El pasado viernes, la Guardia Civil de Tráfico "rescató" a un ciudadano francés que quedó varado en el arcén de la carretera que asciende a la Laguna de los Peces, vía que comenzó a atravesar pese a la prohibición de circular por las fuertes nevadas. El aventurero conductor pidió auxilio y acabó pagando la correspondiente multa por saltarse la advertencia.

En realidad, lo que buscaba sin acierto el aventurero francés es parte de lo este domingo vivieron (y disfrutaron) decenas de aficionados a la nieve, en una jornada con tiempo benigno y una carretera inmaculada para culminar el ascenso hasta el aparcamiento de la singular zona natural. Con una generosa capa de nieve y un sol persistente, fueron muchos los que decidieron disfrutar del día allá arriba, ante las previsiones favorables. Muchos de ellos, extranjeros, buena parte venidos de la vecina Portugal para disfrutar de un bien escaso en el país ibérico.

Provistos de pequeños trineos, esquíes y todo tipo de ropa y calzado para hacer más segura y agradable la experiencia, la Laguna de los Peces tomó el relevo del Lago como polo turístico, a la espera de la calidez de las primeras jornadas primaverales.

Es más, el atascado aparcamiento de la Laguna hacía pensar en una pequeña estación invernal que, además de ofrecer a los aficionados la oportunidad de practicar esquí de fondo o resbalar con el trineo, les regaló una estampa de una belleza inmaculada: la Laguna completamente congelada en su capa superficial. Superficial, sí. Así se explica que fueran solo unos pocos los que desafiaran a la física invernal recorriendo a pie la "epidermis" de la Laguna, una experiencia que dejó como prueba las huellas de más de un atrevido que, en todo caso, no se atrevió a completar la hazaña de recorrer el pequeño embalse natural de lado a lado.

Junto a las mascotas y los útiles para sacar partido al regalo invernal, fueron protagonistas indiscutibles los teléfonos móviles. Y es que los tonos que este fin de semana ha ofrecido el entorno natural que corona el Parque Natural del Lago de Sanabria son difícilmente repetibles. Una experiencia completa en una improvisada estación de esquí, con la belleza intrínseca de Sanabria.