La Alianza por la Unidad del Campo UPA-COAG se opone a las restricciones establecidas por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a la aplicación de purín y estiércol en superficies agrícolas, cuyo cumplimiento será obligatorio para percibir las ayudas de la PAC de 2018. En un intento por frenar su aplicación, estas organizaciones profesionales han trasladado a la consejera de Agricultura de Castilla y León, Milagros Marcos, un escrito en el que solicitan que reclame al Ministerio "la no aplicación de los cambios propuestos" y que, de no conseguirlo, "se aplique con la máxima flexibilidad en nuestra Comunidad mediante el establecimiento de excepcionalidades".

Mañana, 1 de enero, entra en vigor el Real Decreto que introduce, entre otros cambios en la aplicación de la PAC, la prohibición de aplicar los purines mediante sistemas de plato o abanico, o mediante cañones. Los estiércoles tendrán que ser obligatoriamente enterrados en el menor plazo de tiempo posible.

Cambios en la PAC

Los sindicatos agrarios consideran que esta normativa "va más allá de las restricciones que impone la propia reglamentación europea" y que ello "perjudicará gravemente a los agricultores de Castilla y León, que deberán invertir en la adquisición de maquinaria nueva y, en algunos casos, desechar las máquinas compradas muy recientemente". Igualmente, se estaría dificultando que los ganaderos puedan dar salida a sus producciones de purín y estiércol fuera de sus explotaciones al imponerse restricciones de uso a los agricultores. Consideran "un contrasentido" que se imponga por normativa europea el mantenimiento de materia orgánica en el suelo y, sin embargo, "desde el Ministerio se pongan pegas a estos sistemas tradicionales de abonado que no hacen otra cosa que aumentar el nivel de esa materia orgánica, y tratándose además de cambios que pueden resultar contraproducentes pues podrían llevar a un cambio de estos por fertilizantes de producción industrial, que no aportan materia orgánica al suelo.