Un ´Annus Horribilis´ para el sector primario. Así definen el 2017 las organizaciones profesionales agrarias de la provincia, que llevan meses reclamando ayudas y medidas que permitan paliar las nefastas consecuencias que ha tenido para el campo la sequía y otros factores como la bajada de precios de algunos productos. De hecho, en algunos casos, a los agricultores y ganaderos zamoranos no les han salido las cuentas y el dinero percibido ni siquiera les ha alcanzado para cubrir los costes de explotación.

El panorama, que las organizaciones agrarias tachan de "nefasto" ha llevado a UPA y COAG a realizar unas primeras estimaciones de pérdidas que cifran en más de 200 millones de euros en la provincia. En algunos casos, las pérdidas de producción han llegado hasta el 75 por ciento de la cosecha, como ha ocurrido en cereales de secano y en otros, como en la vendimia, la merma ha sido de cerca del 40 por ciento con respecto a las cinco últimas campañas de recogida de uva.

Frente a ese panorama, la Alianza por el Campo que conforman UPA y COAG detecta una falta de compromiso firme con el sector agrario y reclama diversas medidas de apoyo.

Al igual que la agricultura, la ganadería también ha sufrido los perjuicios de la seca climatología, especialmente la ganadería extensiva que dependía de pastos en zonas en las que a la falta de lluvias se ha sumado la devastación de grandes incendios como el que el pasado verano se declaró en Pino del Oro.

Además, el precio de piensos y forrajes se ha elevado e igualmente se han incrementado otros costes de producción como el gasóleo

"El año 2017 ha resultado un desastre no solo en producción, motivado por las duras condiciones climatológicas, sino a nivel de precios, puesto que en muchos casos estos no han permitido ni siquiera cubrir los costes de producción", ha concluido la Alianza.

Por eso, ha reclamado precios justos en origen ya que e el sector agrario es clave para la economía, el empleo, la población y la gestión del territorio de la provincia.

Las organizaciones agrarias calculan en 200 millones de euros las pérdidas del último año

También ha pedido mejorar la gestión del agua y unos planes de cuenca que conlleven una mejora en la regulación y un incremento en la capacidad de almacenamiento de agua en la cuenca del Duero.

El agravamiento de la crisis láctea o la situación de la remolacha son otras cuestiones en las que las organizaciones agrarias ven necesario insistir en 2018 al no mejorar la situación en el último año.

Sobre la fauna salvaje, las organizaciones agrarias han llamado atención de los daños que causan el lobo y otras especies que "siguen generando muchos problemas y daños". Al respecto, los agricultores y ganaderos profesionales consideran prioritario que se adopten medidas que permitan mantener las actividades agrícolas y ganaderos en zonas "muy seriamente amenazadas por la expansión descontrolada de diferentes especies salvajes".

El incremento de las indemnizaciones por los daños que provoca el lobo y otras especies y la reducción de la burocracia que es necesaria para acogerse a esas ayudas son algunas de las reivindicaciones que tienen en su agenda las organizaciones agrarias. También llaman la atención sobre la proliferación de jabalíes y reclama a la Junta de Castilla y León que declare como plaga la población desmesurada de esa especie no sólo en Zamora sino en el conjunto de la Comunidad Autónoma.

En algunos casos no se han cubierto los costes debido a la bajada de precios y la menor producción

La situación ha llevado a las distintas administraciones a adoptar algunas medidas extraordinarias de apoyo al sector. Entre otras actuaciones, la Junta de Castilla y León ha acordado recuperar las ayudas ZIS, a Zonas de Influencia Socioeconómica de espacios naturales. Si embargo de esas ayudas han quedado fuera las reservas regionales de caza, como es el caso de de la Sierra de la Culebra en la provincia de Zamora. Ante ese panorama, desde el PSOE se ha impulsado una iniciativa en el Parlamento autonómico para que se restablezcan esas ayudas también en las reservas de caza ya que de esa forma se contribuirá a que las personas continúen residiendo en los pueblos del entorno de reservas como la de la Sierra de la Culebra y ello redundará también en el empleo y la actividad económica de la zona.

Ovejas en una explotación ganadera de la provincia. | Foto J. L. Fernández

La sangría demográfica se acrecienta en el medio rural zamorano

La sangría demográfica sigue afectando un año más a la provincia, especialmente al medio rural zamorano. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística se han conocido en las últimas semanas y en 2017 de nuevo sitúan a Zamora en el furgón de cola en demografía.

De hecho, esta provincia es de toda Castilla y León la que peores indicadores arroja y también es una de las que más población pierde del conjunto de España. Al finalizar el primer semestre del año Zamora sumaba cerca de 177.000 habitantes empadronados en los distintos municipios de la provincia después de que a principios de 2017 ya se diera la voz de alarma al ser la primera vez desde que se elaboran estadísticas oficiales del censo desde mediados del siglo XIX en la que la población zamorana no alcanzaba los 180.000 habitantes.