La Navidad despierta sentimientos, también alimenta añoranzas y, llegado el caso, puede retratar la realidad de un mundo rural en decadencia. Las felicitaciones navideñas del pueblo de Monumenta y la agrupación "La Mayuela" de Bermillo son un ejemplo de inquietud, compromiso e interpelación.

Un año más el pueblo de Monumenta ha escrito su carta al Niño Jesús ausente, el que tuvo que marchar en busca de un porvenir y no ha podido volver, "ya que las circunstancias por las que tuviste que irte apenas han cambiado".

Por eso, el Belén instalado en la Iglesia sitúa al padre y a la madre vestidos de sayagueses y huérfanos del hijo. Un mensaje de Navidad que se presenta las debilidades de una sociedad que lo pasa mal, la que sufre la "subida de la luz, el agua, el gas, la comida, mientras que los sueldos y las pensiones no permiten vivir con dignidad a mucha gente. El trabajo escasea y además la mayoría de las veces solo dura meses, semanas, días y a veces horas que no permiten vivir con dignidad a muchas personas".

Ante ese panorama de personas que tienen que recurrir "a parroquias y ONGs, a padres y abuelos para dar de comer todos los días a sus hijos", los vecinos de este pequeño pueblo de la comarca de Sayago "aquí seguimos, resistiendo, cada vez menos, 25 y ya mayores".

La carta navideña dibuja un retrato de la realidad rural marcada por unos servicios más precarios, con "menos médicos y menos enfermeras para poder atendernos, que cada vez vienen menos días a los consultorios porque los que se jubilan no son sustituidos. Ahora que es cuando más los necesitamos por tener más achaques?".

Este año además, cuenta la carta de Navidad, ha faltado la lluvia. "Los sembrados no han nacido, el regato está seco, las fuentes vacías ? Tenemos miedo de que esto se prolongue por mucho tiempo y vayamos camino de convertirnos en un desierto" relatan desde Monumenta.

"Como tardes mucho en visitarnos -advierten al hijo- puede que cuando vengas te encuentres caminando por nuestras calles y campos a los lobos, corzos, zorros, jabalíes, jinetas que se nos están haciendo familiares? Se comen nuestras cosechas y nuestros animales, entendemos que tienen hambre y necesitan comer. Imaginamos que serán los habitantes que nos están ya sustituyendo".

Después de tanto pesimismo en Monumenta albergan la "esperanza" de que llueva, "que en primavera vengan como todos los años las cigüeñas, golondrinas, las tórtolas, el cuco... que nos levantan el ánimo, nos dan serenidad. Al menos sabemos que la vida sigue".

La asociación "La Mayuela" de Bermillo abre su felicitación navideña al recuerdo de las personas empujadas al desarraigo. Y para ello reproduce la "Nana de la patera", de Alfonso Valverde.

"A la nanita, nana, duérmete, cielo/ la patera es chiquita grandes los sueños?/ Que Jesús y María también se fueron,/ huyendo de un Herodes al extranjero, huyendo de un Herodes el Dios eterno?/ Nosotros por el hambre,/ Él por el miedo, / nosotros en patera, / Él en jumento...".

Una defensa de los emigrantes y los humillados de la tierra, hacia los que ha mirado la agrupación sayaguesa a través de su tradicional felicitación navideña.