Diputado en las Cortes Constituyentes por UCD, procurador regional durante tres mandatos, secretario general del PP de Zamora, activo sindicalista agrario de Asaja, presidente de los regantes del canal Toro-Zamora... La trayectoria pública de Modesto Alonso Pelayo dice mucho del carácter de un hombre que ayer fallecía a la edad de 84 años.

Nacido en Coreses, de donde nunca salió pese a su proyección pública, desde bien joven este agricultor sin apenas estudios exhibió inquietud y madera para abanderar causas, ya fuera en el terreno agrario como en las lides políticas. Todo empezó en 1974, siendo presidente de la Cámara Agraria de Coreses, cuando en una reunión del Grupo Remolachero -sindicato vertical de cultivadores de raíz- realizó una encendida defensa del sector cuestionando al mismísimo jefe del Estado, por entonces Francisco Franco.

Semejangte bizarría dejó huella entre los asistentes y Modesto Alonso volvió a Coreses insuflado de ánimo para defender los intereses de los agricultores. Después vendría su incursión en la política de la mano de Martín Villa y fue así como se convirtió en diputado de las Cortes Constituyentes que daban la bienvenida al régimen democrático. "No tenía ni idea de lo que era el Parlamento nacional, pero entendí que algo iba a cambiar" confesaba Alonso Pelayo en 2002 a este periódico, cuando se conmemoraban los 25 años de las primeras elecciones democráticas.

Muy dado a la tertulia y al recuerdo de sus vivencias, recordaba con gracia cómo Adolfo Suárez le llamaba "el remolachero", pues por muy encorbatado y muy señoría que fuese, este coresino presumía de su condición de agricultor, remolachero para más señas. Ya fuera en el Congreso de los Diputados como después en las Cortes de Castilla y León, donde encadenó tres mandatos como procurador.

En los mentideros políticos era recurrente el rumor sobre reuniones de "alta política" en la bodega de Modesto en Coreses. Porque no menos vital fue su paso por la maquinaria del Partido Popular de Zamora, del que fue secretario general durante una época en la que su sindicato de Asaja peleaba por hacerse un hueco en el poder situando a sus cuadros en la Diputación y el Senado.

Ya retirado y alejado de las cuitas políticas y sindicales, en el año 2007 recalaba entusiasmado en este diario con un "Manifiesto sobre Recursos y Posibilidades de Castilla y León". Confesaba que su "único deseo" era "abrir un debate en Zamora sobre las posibilidades de desarrollo". Abogaba por una "reflexión provincial sin prejuicios ni tamices políticos". Por intentarlo que no quedara. A sus 73 años Modesto Alonso Pelayo no perdía las ganas de luchar. "Me gustaría convocar una mesa redonda con agentes sociales y políticos, con el fin de que la gente aporte ideas, pero sobre una base". Igual a esas alturas no sabía que ya estaba fraguando un Zamora 10.

Modesto Alonso Pelayo será enterrado hoy en Coreses, tras la misa de funeral, a las 11.30 horas.