Los cazadores que el pasado sábado batieron el paraje denominado Teso Cabezo, de Fermoselle, consiguieron dar muerte a un total de 31 jabalíes.

Fue una montería organizada por la Asociación de Cazadores Villa de Fermoselle en la que tomaron parte algo más de medio centenar de venadores, que se apoyaron en cinco rehalas de perros para sacar adelante la operación con mayor éxito.

La mayoría de los participantes eran cazadores de la villa, a excepción de una quincena procedente de otros lugares, según informan fuente de la organización.

La montería fue organizada en uno de los escenarios del municipio que se salvó de los incendios del verano de puro milagro porque, según afirman, también "lo intentaron quemar" y la suerte fue que los bomberos llegaran a tiempo y evitaran la calcinación de la zona.

Es una montería organizada además para frenar los daños de la especie en los cultivos, y este control "es un alivio" para los agricultores y ganaderos. Desde sus puestos en las armadas dispuestas en la zona los cazadores tuvieron ocasión de ver algunos corzos que se desamagaron de sus encames, aunque no salió a relucir ningún lobo ni ciervo.

Los monteros disfrutaron luego "con mucha alegría", y como suele ser habitual al final de estas cacerías, de una comida y cambio de impresiones en el restaurante Tres Chimeneas.