Históricamente los cerdos de la matanza vivían durante un año como reyes. Antiguamente también en Aliste se sacaban al campo como ahora sucede en Extremadura, aunque la mayor parte del tiempo estaban estabulados en sus cortejas. En verano la alimentación era a base de harina y agua con hojas de negrillo crudas. En otoño e invierno se alimentaban de berzas y patatas que previamente eran cocidas en la caldera a la lumbre de la cocina. Donde las había se le daban también bellotas.