Los propietarios de terrenos tendrán la obligación de llevar a cabo la desratización y desinfección periódicamente y cuando lo ordene el Ayuntamiento por razones de salubridad. La normativa establece que "se mantendrán libres de restos orgánicos o minerales que puedan alimentar o albergar animales o plantas portadoras o trasmisoras de enfermedades o producir malos olores. Aquellos solares que alberguen residuos orgánicos o materiales que causen malos olores o constituyan un peligro inminente para incendios o invadan las aceras o calzadas públicas se deberán limpiar.