El Centro Temático del Lobo Ibérico, en Robledo de Sanabria, ha llegado a los 73.000 visitantes en el mes de noviembre, cuando se han cumplido dos años de su apertura al público.

Ocho ejemplares, cinco hembras y tres machos, viven en el recinto, de los que siete se pueden observar en las sesiones de manejo que a diario se desarrollan en los dos cercados principales.

El único ejemplar nacido en cautividad en las instalaciones, "Robledo", es un macho subadulto de año y medio que convive con su madre Dakota y dos tíos maternos.

El animal tiene una cojera congénita, pese a que veterinarios de la Facultad de Veterinaria de León, efectuaron una intervención para corregir el problema de movilidad detectado en la rótula, a los pocos meses de su nacimiento.

El lobo no ha conseguido recuperar movilidad en su pata trasera derecha, un problema que los cuidadores detectaron al poco tiempo de su nacimiento. El biólogo conservador, Carlos Sanz, descartaba una segunda intervención.

Este macho subadulto se comporta con total normalidad, trata de no perder ripio de cuanto acontece e interactúa sin problemas con los otros ejemplares, aunque mantiene las distancias con el cuidador que entra todos los días en el recinto.

"Robledo "es el único ejemplar que ha sobrevivido a la primera camada de tres crías nacidas en el recinto. La primera cría nació muerta y otra fue aplastada por una madre primeriza.

El subadulto se ha desarrollado satisfactoriamente hasta el punto de que tiene la misma apariencia de los otros ejemplares de su familia, con los que convive.

En el otro recinto está Atila, padre de Robledo, con dos hembras, aunque periódicamente se rota su estancia en los recintos y entre los propios ejemplares de una y otra manada.

El fin del Centro del Lobo no es criar en cautividad pero sí mantener el comportamiento instintivo de los ejempalres, como aclaró Carlos Sanz, que este año. Pese a las sospechas iniciales, finalmente ninguna hembra resultó preñada este año. En estos momentos están en una fase de precelo.

Uno de los ejemplares hembra, Brasa, está en el recinto de cuarentena prácticamente desde que llegó al centro procedente del incendio de Castrocontrigo, y que no es visible al público. Entre las previsiones está construir un cuarto recinto y otro pequeño mirador en el que poder ver a esta hembra.

Los ejemplares de las dos manadas mantienen el comportamiento jerárquico, de tal manera que machos y hembras compiten por el los ejemplares dominantes en sus grupos.

Siguiendo el ciclo anual, los animales lucen estas fechas un pelaje espeso que les prepara para aguantar el invierno.