El acondicionamiento y refuerzo del firme de la carretera local ZA-L-2106 entre Morales del Vino y El Perdigón está prácticamente finalizado y con un cambio de imagen muy notable tras la actuación llevada a cabo por la Diputación Provincial de Zamora con un presupuesto de 292.031 euros. Eso sí, la demora ha sido considerable, ya que la obra fue adjudicada en 2016 con un plazo de ejecución de tres meses y no ha sido hasta ahora, a punto de concluir 2017, cuando entrará en servicio esta carretera que une ambos municipios, Morales del Vino y El Perdigón, y que es muy utilizada por los ciudadanos, tanto en vehículos como caminando.

Mientras los trabajos se llevaban a cabo el verano pasado, hubo una paralización de las obras que ejecutaba la empresa Hordescon S.L., al detectar la presencia de terreno muy arcilloso en la parte correspondiente a las cuñas laterales, por lo que fue necesaria la intervención de los profesionales de asistencia técnica, lo que ha postergado un tiempo la ejecución del arreglo.

En el inicio, lo que se llevó a cabo fue una explanación del terreno en la zona de la vía en que la carretera era un camino de tierra, a la altura del paso a nivel y la antigua estación de ferrocarril, donde se presentaba una acusada pendiente que se ha nivelado. Los estudios del terreno se realizaron igualmente en el eje central y dieron como resultado la presencia de un piso arcilloso a lo largo de 500 metros, concretamente en el tramo que discurre entre el apeadero de la vía del tren y las antiguas fábricas de cerámica.

Una vez superado el imprevisto sucedió también en el verano un incendio de la antigua fábrica de tejas de San Antonio que arrasó con buena parte del inmueble. A partir de finales del verano las obras se retomaron y ahora el camino, completamente asfaltado, con los quitamiedos colocados y la señalización horizontal realizada está a punto para entrar en servicio. De hecho, los vehículos que proceden de Morales no encuentran ninguna señal que impida el paso, aunque el acceso desde El Perdigón permanece cortado.

La obra de la carretera era necesaria para que ser utilizada por vehículos de todo tipo, fundamentalmente ligeros, ya que además de la estrechez y mal estado de todo el tramo, estaba el caso particular del cruce con la línea de ferrocarril, un paso impracticable en época invernal.

Hace ya algunos años se arregló un tramo de cerca de dos kilómetros, también con ayuda de la institución provincial, el que discurre por el casco urbano de Morales y que da servicio a varias urbanizaciones de viviendas. De ahí que además de arreglar la carretera se construyeran aceras en dicho tramo y se pusiera la iluminación.

Sin embargo, desde que acababa el tramo arreglado, en el punto kilométrico 1,860 hasta El Perdigón, kilómetro 3,640, la carretera presentaba un estado malo, con trazado muy sinuoso y estrecho en la zona situada en los alrededores de la antigua estación de tren de Morales-El Perdigón, con radios de escasa dimensión y calzada de tierra. En el resto del tramo, que comprendía dos alineaciones más rectilíneas, la calzada era estrecha y con algunos puntos de visibilidad muy reducida que creaba situaciones de riesgo entre los vehículos y viandantes que por allí circulaban.

Asimismo, la capa de firme se encontraba, en las zonas donde existía, en pésimas condiciones, con fuertes irregularidades, con presencia de blandones, baches y con una evolución prevista, si no se remedia a tiempo, francamente mala. Además, el estado de cunetas u obras de fábrica era bastante deficiente, circunstancia que hacía que se produjeran con excesiva frecuencia numerosas inundaciones en muchos tramos de la carretera como consecuencia de los chubascos.