Trasplantados de riñón de la provincia de Zamora festejaron ayer en Fermoselle un nuevo encuentro, establecido años atrás como una oportunidad de mantenerse hermanadas un grupo de personas "que tienen un modo de vivir un poco diferente".

"Cada año celebramos que seguimos juntos" expresan casi a coro Ana Purificación y su marido Alejandro Miranda. Ana Purificación hace gala de una vida dinámica y alegre tras recibir un riñón, el año 2010, que le devolvió a la rutina y que permite a esta mujer seguir adelante con una entereza admirable. Su esposo, Alejandro Miranda, es un fermosellano de pro, cuyo padre vivió en una de las viviendas habilitadas en el Convento de San Francisco, hoy rehabilitado como Casa del Parque, cuando este entrañable edificio sirvió para acoger a familias de la villa.

El también fermosellano Marcelino Garrido, que resalta que sigue vivo gracias al trasplante de riñón, es un hombre que ha apostado por mantener una vida de plena integración en la sociedad y es un ciudadano fácil de encontrar allí donde está todo el mundo. "Podemos contar hasta chistes" expresa. Y es que estos encuentros sirven para que los reunidos disfruten de una jornada de convivencia donde se intercambian impresiones, dan cuenta de las vicisitudes de unos y otros, y donde refuerzan su hermanamiento.

Tal vez el que más complicaciones presenta de cuantos forman parte del grupo sea Juan José Villarroel, que debió esperar unos años a conseguir el trasplante de riñón, debido al sobrepeso, pero que una vez que le fue implantado su cuerpo lo rechazó. Lamenta la decisión médica que persistió en mantenerlo a pesar de su oposición. Hoy afirma con rotundidad, "estoy vivo gracias a un doctor de Zamora" que optó por tratarlo.

Antonia Riesgo, que dice ser hermana de Ana Purificación porque ambas fueron dotadas con un riñón del mismo donante, también forma parte del grupo que año tras año participa de este fraternal encuentro.

Es una jornada de reunión que han acordado mantener todos los años, cada año en diferente lugar, aunque el grupo se mantiene en contacto telefónico y suelen encontrarse "en las revisiones que realizamos cada tres meses" según afirma Garrido.

Comenzaron la mañana con un desayuno en un bar de la plaza de Santa Colomba, para luego visitar el museo de Valentín Garrido, formada por cientos de piezas, buena parte procedentes de Suiza, donde trabajó durante cuarenta años. Desde este punto, situado en la parte alta de la villa, tuvieron oportunidad de observar el aspecto urbanístico de Fermoselle y, especialmente, la particularidad de su callejero porque es preciso contar con un buen guía para moverse sin perderse al desplazarse de uno a otro lugar.

Seguidamente visitaron la Casa del Parque del Convento de San Francisco. De la mano de Julia Sendín conocieron las características del Parque Natural y disfrutaron de las obras pictóricas y de la muestra de belenes que están dispuestas para la presente temporada y que tienen un atractivo y un encanto loable.

El grupo finalizó su periplo con una comida de hermandad en el restaurante Tres Chimeneas.

"Ánimo no nos falta, que es una de las principales cosas que tenemos que tener para seguir" expresaba uno de los integrantes del colectivo. Los trasplantados de riñón, alguno de los cuales van acompañados por su respectiva pareja o algún familiar, tienen de común, además, que fueron operados en el mismo año y casi en las mimas fechas, "entre junio, julio y agosto del año 2010".

El día de ayer ofreció un sol radiante durante toda la mañana, que sin embargo resultaba engañoso porque las bajas temperaturas exigían vestir ropa de abrigo.