Los alicantinos Tomás Pérez Tonda y María José Orozco López eligieron el paraje del Naval del Pozo del pueblo viejo de Ribadelago para contraer matrimonio en una ceremonia estrictamente familiar en la que participaron más de 30 personas. Al enlace, celebrado el pasado sábado, asistieron los invitados desplazados desde Villajoyosa y Altea, localidades natales de los novios, además de tres familiares de Argentina. La pareja ha mantenido la vinculación especial con Sanabria, desde 2015, cuando aceptaron una oferta de trabajo como biólogos marinos, para trabajar en el barco Helios Sanabria. Tomás afirmó que “fue y es una historia muy bonita” que han querido sellar a la orilla del río Tera. Destacan la acogida, durante su etapa laboral, de la familia ribalaguesa de de César Fernández. En una boda sanabresa no podía falta gaita y tambor, Federico y Paco de San Martín de Castañeda y San Juan de la Cuesta.