La tragedia se cernió ayer en la comarca del Vino con el accidente mortal que segó la vida de dos jóvenes residentes en El Perdigón cuando regresaban al pueblo de madrugada. V.A.C. de 28 años y A.T.V., de 26 perdieron la vida en el siniestro.

Ambos eran los ocupantes de un coche MG amarillo que marchaba por el camino agrícola asfaltado que une esta localidad con la rotonda de la N-630 que enlaza con la A-66 y Cazurra a la altura del kilómetro 288. Una senda muy conocida por los habitantes del pueblo, que popularmente la conocen como "la ruta del colesterol" porque se utiliza para el paseo diario.

Los vecinos explicaban ayer que el trazado del camino hace una especie de ángulo, una curva señalizada que es un punto donde en más ocasiones se han producido salidas de la vía por parte de los automóviles que circulan por el lugar.

Una de las hipótesis sobre la causa del accidente sería el exceso de velocidad, aunque esta circunstancia está todavía por determinar. El hecho es que el automóvil quedó a unos 40 metros del camino y los cuerpos de los fallecidos salieron despedidos otros veinte metros más allá. El coche dio varias vueltas de campana hasta quedar volcado en las tierras cercanas al camino.

La mala suerte hizo que no fuera hasta el amanecer cuando los transeúntes alertaron del accidente a las asistencias del 1-1-2, tanto sanitarias como de la Guardia Civil, ya que seguramente el siniestro se produjo horas antes. Avisaban de la existencia de un coche accidentado, con sus dos ocupantes heridos inconscientes. Factores como la oscuridad de la noche, la escasa visibilidad por la niebla o el poco tránsito de la vía dificultaron una más rápida asistencia a los heridos. Sobre las ocho de la mañana acudían el lugar del accidente los facultativos sanitarios del 1-1-2 quienes no pudieron hacer nada por los dos jóvenes salvo certificar su fallecimiento y la Guardia Civil de Tráfico para levantar atestado del suceso.

La noticia se fue propagando a medida que avanzaba la mañana en El Perdigón, lugar de residencia de los dos jóvenes, ya que uno era natural del mismo pueblo mientras el otro estaba casado con una joven de la localidad y vivía en ella.

Las banderas del Ayuntamiento de El Perdigón ondean a partir de ayer tarde a media asta, según confirmó a la agencia Ical el alcalde, Pedro Domínguez, en señal de duelo por el fallecimiento de dos jóvenes en un accidente de tráfico. "Pondremos las banderas del Ayuntamiento a media asta, que seguro que todo el mundo está de acuerdo, en señal de duelo. Desde esta misma tarde, al menos durante 48 horas, para recordar a estos chicos y que la familia sepa que estamos con ella", señaló. "Es momento ahora de acompañar a la familia, en estos momentos tan duros. Puedes imaginarte las sensaciones de toda la gente del pueblo y de toda la zona", añadió.

Pedro Domínguez afirmó que se trata de "un trauma enorme para todo el pueblo" y lamentó que "alguien pueda faltar de esta manera" por culpa de un accidente, cuyas causas no han sido descritas de forma oficial. "Que gente tan joven muera así? Uno, además, tenía una niña pequeña", indicó.