La Plaza Mayor de Fuentesaúco recuperó ayer el esplendor y la floreciente actividad de una villa distinguida por un rico legado histórico, que tiene en la Feria de los Santos una de sus señas de identidad desde que a principios del siglo XVIII el rey Carlos III concediera el privilegio de celebrar anualmente este mercado. Tenía lugar el martes después de los Santos, cuando agricultores y ganaderos vendían sus productos y cerraban tratos en aquella Castilla enminentemente agrícola, con Fuentesaúco como uno de los mercados de referencia de toda la comarca de La Guareña y las cercanas provincias de Salamanca y Valladolid.

Los nuevos tiempos imponen renovadas maneras de celebrar las ferias de antaño, hoy en forma de exaltación de los productos de la tierra. Y hablar de Fuentesaúco es evocar sus afamados garbanzos, distinguidos con la marca de calidad IGP. Por eso, uno de los actos estrella de la Feria de los Santos es el concurso gastronómico de platos elaborados con la legumbre saucana. Un concurso que este año ha batido el triste récord de baja participación, con apenas cuatro propuestas frente a los catorce platos que llegaron a concurrir el año pasado.

"Parece que no nos importan mucho los garbanzos" llegó a reprender amigablemente el presidente del jurado, el párroco Antonio Pilo, desde el micrófono a una plaza abarrotada de público. Los calificadores no podían reprimir cierta decepción por la escasa concurrencia de platos. Tanto que el jurado, que normalmente concede tres premios, optó este año por no dejar al cuarto aspirante sin su gratificación. "Tenemos el producto estrella de la zona, sobre todo del pueblo, y la apatía de la gente no lleva a ninguna parte. Mientras otros defienden sus territorios de manera exacerbada, aquí pecamos de no valorar lo nuestro" lamentaba Nicolás Armenteros, miembro del jurado y técnico de la IGP Garbanzo de Fuentesaúco.

No menos crítico se mostraba José Antonio Perlines, cultivador. "Parece que no somos conscientes del producto que tenemos; es triste que solo estemos apostando por el garbanzo la mitad de los productores de la comarca, porque la otra mitad está sembrando garbanzo que no es de Fuentesaúco" expresaba ante la mesa de los cuatro platos presentados.

El premio al plato más original fue para una mermelada de garbanzos, presentada bajo el título "Para untar", elaborada por las veteranas Toñi Fonseca y Loli Ramos. El plato mejor presentado se lo llevó Jesús García Lozano, "histórico" maestro de Fuentesaúco, quien llevó su "Moby Dick y el capitán Ahab", compuesto de garbanzos con bogavante. Y a falta de un plato tradicional (en forma de cocido o potaje), que es otra de las modalidades que se premian, se optó por premiar los no menos sabrosos "Garbanzos con boletus y carrillera" que cocinó Erika Sánchez Justo. El cuarto plato presentado y que este año recibe excepcionalmente un premio correspondió al llamado "Bizcocho con sabor saucano", elaborado por Raquel Arganda.

Además, como es tradicional, se entregaron los premios de fotografía, a Raúl Medina el primero, y Antonio Rosón el segundo.

La presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, junto a la diputada provincial Maribel Escribano acompañaron al alcalde, Gaspar Corrales, y a los miembros del equipo de gobierno en la entrega de premios, para realizar después un recorrido por la feria, tanto en la Plaza Mayor como en la Plaza de Santa María.