La localidad de Cerezal de Aliste sufrió el pasado fin de semana la ultima lobada. El ataque se produjo en la madrugada del domingo en la ganadería de raza autóctona castellana de José Antonio Antón Codesal. El rebaño estaba recluido en un recinto cerrado, de los mejores de la provincia de Zamora, con una valla de 1,70 metros de altura, de ellos 1.50 de valla cinegética y 20 centímetros de alambre de espino, que los cánidos lograron superar para llegar hasta los animales.

Las huellas encontradas apuntan a que fue un lobo solitario el que protagonizó este nuevo ataque en explotaciones de la provincia. Para ello se valió de un lugar donde había varias rocas, que utilizó para saltar por arriba de la valla dejando pelo en la alambre de espino. Una vez dentro el cánido se cebó con las ovejas, matando tres reses y dejando muy malheridas otras tres que morirán a causa de ellas. Los animales sufren grandes desgarros en las ubres una y en el cuello otra.

Continuos episodios

Continuos episodiosUna vez atacado el rebaño el lobo buscó la salida y no le fue fácil, hasta utilizar de nuevo como trampolín unas rocas, mas bajas, donde el impulsó fue menor y se dejó parte de la piel en las alambres de espino.

En los últimos años las ganaderías de ovino de Cereza de Aliste y Bermillo de Alba están sufriendo continuos ataques de lobos ibéricos.

Para el próximo día 8 de diciembre se desarrollará una montería en el coto de caza de San Justo y Pastor de Cerezal donde esta autorizada la captura de un ejemplar de lobo ibérico. El pasado sábado no se pudo cazar el autorizado en la montería de Pozuelo de Tábara.

El municipio de Fonfría es el que mas ataques de lobos este año 2017. A los ataques de Bermillo por la manada de Cerezal, se suman las de la manada de Ceadea en el mismo pueblo en cuyos montes habita.

Se da la circunstancia de que este ataque a la explotación de raza castellana, que cuenta con 450 ovejas, se produce cuando el ganadero, José Antonio Antón Codesal, está a días de su jubilación.