La apertura de la temporada de caza ha llevado a Lucía Fernández, hija de Miguel Fernández el anciano desaparecido en Gallegos del Campo el 2 de septiembre de 2016, a hacer un llamamiento a los cazadores para que extremen la precaución por si encuentran algún tipo de resto. "Se trata solo de un recordatorio porque ya sabemos que la gente ha estado muy pendiente del caso de mi padre y el año pasado los cazadores colaboraron al igual que todos los vecinos de la zona y la Guardia Civil" explica Lucía Fernández a este diario.

Sin embargo la incertidumbre que pesa sobre esta familia lleva a pedir que el caso de Miguel Fernández "no caiga en el olvido". A pesar de que en agosto pasado la Guardia Civil realizó un rastreo programado y localizó unos restos, al final todas las expectativas cayeron en saco roto porque se determinó que esos huesos no eran humanos y fue una vuelta al principio, es decir, a no tener pista alguna sobre el paradero del anciano que en el momento de su desaparición contaba 78 años.

El jueves, 2 de noviembre, se cumple un año y dos meses desde que Miguel Fernández fue visto por última vez cuando salía de su casa al paseo rutinario de todos los días. Lucía Fernández insiste en reconocer la colaboración del Ayuntamiento y los vecinos que en diversas ocasiones han rastreado la zona junto a al Guardia Civil, pero a la vez pide que el caso no caiga en el olvido.