La última feria ganadera de la temporada de Porto de Sanabria se saldó con ventas al alza, precios estables y expectación por la falta de lluvias en las zonas de pastos. Mientras el vacuno mantiene los precios, el equino está en alza, como señalaba ayer José Antonio González, que ha vendido en la Sierra y durante el año la producción sin esperar a la última feria. Moncalvo y Trevinca, donde se concentran buena parte de las ganaderías, todavía aguantan en pastizales, como constataba González. No descartaba que "como siga la cosa así, habrá que pedir subvenciones".

Vicente Guerra Rodríguez, de una de las familias ganaderas de Porto, vendió 26 animales de raza alistano-sanabresa a tratantes de la zona, en una feria que calificó de "regular" para el ganado autóctono alistanosanabrés, en peligro de extinción, y donde no se valoran estos ejemplares de cría en extensivo en las sierras del parque. "Los animales debían valer más, por su calidad que por la cantidad. La calidad es porque son ecológicos aunque son animales pequeños" indicó Guerra.

La sequía comienza a ser preocupante en los pastizales, aunque en esta zona de la Alta Sanabria todavía hay cursos de agua, manantiales y fuentes donde los animales pueden abrevar. Los animales dan trabajo pero "tienen su careo y no se van para otras zonas". En la vertiente del Bibey todavía hay algo de agua en superficie pero no en el suelo.

El pasto sin las lluvias de otoño está seco y duro, y de seguir así "habrá que ayudar a los animales con hierba seca y tacos", aunque los ganaderos procurarán alargar el momento de proceder al suplemento alimenticio.

Las ventas a lo largo del año son más rentables en precio para las ganaderías locales que mezclan con otras razas más productivas en kilos, aunque el régimen de cría es igual, en régimen de extensivo por el término.

De prolongarse este inusual verano sin lluvias ni tormentas, las reses tardarán en ver la llegada de las nieves a la Sierra Segundera que forzará su vuelta a las cuadras.

La que no padece escasez de agua a estas alturas del año es la producción de pulpo, que una vez más no faltó a la cita con vecinos y visitantes de la feria. Con más público del esperado, algún vendedor se quedó más bien escaso.

La alcaldesa de Porto, Guadalupe Carracedo Carracedo, reconocía que la feria había deparado buen resultado de ventas, pese al contratiempo de coincidir con la feria de Viana, que resta afluencia al enclave portexo. En general el año de ferias se ha saldado positivamente en comparación con otros años y con el descenso de ganado en el municipio. Un dato relevante eran los 26 grados de temperatura en esta feria de otoño, que habitualmente está presidida por el frío y el aguanieve.

Las obras de la carretea de Porto comenzarán en 2018, según la información que se le facilitó en la Junta Rectora, la pasada semana. Que las obras comiencen en invierno es algo que nadie desea por las complicaciones que puede acarrear tanto para la circulación como para la propia ejecución de la obra, como se desprende de las afirmaciones de la alcaldesa. En estos días se han bacheado algunos agujeros de la vía, como constata la alcaldesa.