Almudena Rodríguez llegó a su casa de Argañín a las 3 de la madrugada y a las 8 de la mañana ya estaba en pie para llevar a su hijo pequeño al colegio y ponerse al tajo con las ovejas. Volvía de Madrid junto a su compañera Charo García, de Villarino de Sanabria, donde formaron parte de la delegación de Ganaderas en Red (GER), a quienes la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, entregó el Premio Extraordinario de Innovación de Mujeres Rurales.

"Hemos vuelto a nuestra lucha diaria y nuestras miserias, pero con las pilas cargadas; con un reconocimiento y haciendo oír nuestra voz" expresaba Almudena Rodríguez tras la intensa jornada vivida en Madrid, donde las ganaderas del "Despacito" (un vídeo sobre su trabajo que se hizo viral con más de 300.000 visualizaciones en YouTube) consiguieron que la ministra se colocara la camiseta de GER.

Tanto se ha valorado el trabajo de estas pastoras, con la difusión de sus actividades en las redes sociales, que por primera vez se ha entregado este Premio Extraordinario a propuesta del jurado. Con él se pretende destacar la importancia de las actividades generadas desde el territorio, en este caso dando difusión a las inquietudes y el trabajo de las ganaderas, que actúan a través de las redes sociales compartiendo experiencias.

El premio permitió estas productoras de ganado extensivo reivindicar su trabajo; "sabemos que la naturaleza necesita del buen hacer de pastoras y ganados para gestionar unos campos y montañas despobladas". Expusieron la vulnerabilidad de sus sistemas comerciales, incapaces de competir con la ganadería industrial "que se cobra unos altísimos costes medioambientales y para la salud humana, y genera menos empleo, mientras que nuestros productos tienen la calidad y el sabor que solo la alimentación en pastos puede dar".

Asentadas en territorios por lo general despoblados y olvidados -en Zamora la mayoría se dispersan por Sanabria y Sayago-, el colectivo de Ganaderas en Red se creó hace dos años y hoy agrupa a 130 mujeres de toda España. Su lucha se centra en pasar de la permanente invisibilidad de la mujer a la primera fila; tener voz allí donde se deciden las cosas importantes; romper con la imagen masculinizada de la ganadería extensiva y el pastoreo; que se les respete como mujeres ganaderas y superar la discriminación familiar, social, administrativa y profesional.

Por ello no dejaron pasar la tribuna del Ministerio de Agricultura para reclamar medidas que "ayuden en la conciliación familiar, pero sobre todo reivindicamos líneas de educación y sensibilización desde la infancia hasta la edad adulta dentro y fuera del sector para que se reconozca no sólo nuestro papel y lo digno de éste, sino el trato en igualdad y el respeto de nuestros roles y decisiones como mujeres ganaderas".

Y se dirigieron directamente a la ministra Tejerina, y a la sociedad en general, para "que nos apoye en nuestra labor, que hacemos con tanto cariño, tanto esfuerzo y que redunda en beneficios no económicos muy importantes para toda la sociedad". Apelaron a los consumidores, que "tienen en su mano la decisión de comprar carne, leche, quesos, miel? provenientes de ganadería extensiva y así apoyar nuestro trabajo y los beneficios asociados". Estas ganaderas continuarán, en red, impulsando el intercambio de experiencias y avanzando juntas, sabedoras de que la unión hace la fuerza y también combate la soledad de su oficio.