La provincia de Zamora vuelve a situarse entre las áreas más críticas en cuanto a la incidencia de los incendios forestales.

Los datos hechos públicos por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente revelan los altos registros de fuegos forestales en el noroeste peninsular, que incluye a la provincia de Zamora junto a la de León, Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco. Durante los primeros meses del año, en todo ese territorio se concentró un 51,61 por ciento de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de siniestros se repartieron entre las comunidades interiores (las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 32,5 por ciento; el área mediterránea, con un 15,4 por ciento; y Canarias, con un 0,49%.

El balance del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) sobre la extensión quemada este verano en España eleva a 52.724,50 las hectáreas forestales, "lo que supone la mitad de la superficie arrasada por los incendios en lo que va de año", según datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas que refleja la agencia Ical.

Esos datos indican que el trimestre veraniego entre julio y septiembre de 2017 fue algo superior a la media de la última década, que es de 46.940 hectáreas, y la quinta más alta del decenio, por detrás de los veranos de 2012 (94.771), 2009 (74.526), 2007 (64.348) y 2015 (57.270).

Otro dato a destacar son los grandes incendios (cuando la superficie calcinada es superior a 500 hectáreas), con 14 durante los meses de verano. En la provincia de Zamora destaca el declarado en Fermoselle y Pinilla de Fermoselle, que calcinó unas 3.000 hectáreas del Parque Natural Arribes del Duero. Otro gran incendio fue el de Bermillo de Alba, afectando a unas 2.500 hectáreas.

Según los datos del Mapama, entre julio y septiembre de este año se produjeron 4.314 siniestros forestales, de los que 1.118 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 3.196 conatos (con menos de una hectárea quemada). De las hectáreas arrasadas en ese periodo veraniego, que suponen un 0,19 por ciento del territorio nacional, un total de 4.900 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 22.600 de matorral y monte abierto, y 25.224 de superficie arbolada.

Por otro lado, los incendios forestales han arrasado 105.679,58 hectáreas en los nueve primeros meses de este año, que está siendo el tercero peor de la última década y sólo superado por 2012 (215.669) y 2009 (117.220).