Las lluvias de otoño que disparan la berrea del ciervo no se presentaron a la cita en la Sierra de la Culebra y los territorios aledaños en septiembre ni, de momento, salvo unas contadas gotas, en octubre. "Ha sido un mal año para el desarrollo de las cornamentas, que son cortas y más débiles de lo habitual" aseguran fuentes de la Guardería Medioambiental. Lo han comprobado tanto en el transcurso de la berrea como en la caza a rececho que finaliza en el mes de octubre.

La falta de alimento ha incidido negativamente en el desarrollo de los ejemplares, en la majestuosidad de sus enramadas cornamentas; al igual que lo hicieron los cambios bruscos de temperatura en el momento en que los machos desarrollaban sus astados tributos.

Las inesperadas heladas del mes de julio dieron al traste con la floración en general, y del robledal en particular al mermar la bellota, base de su alimentación de otoño. Climatológicamente "ha sido un año muy raro" señalan los expertos.

Desde mediados de septiembre hasta este mes de octubre los caminos de la Sierra de la Culebra son un ir y venir de cazadores y de turistas de naturaleza a la búsqueda de los ejemplares que dirimen el territorio, las hembras y el derecho a aparearse. Es una guerra o espectáculo, según el papel, que va desde Villardeciervos a Calabor, que se da Cernadilla, en las estribaciones del río Castro y gran parte de Sanabria, Carballeda y Tábara. La especie se expande imparablemente y algunos de los machos "expulsados" del territorio se dejan ver al pie de las carreteras, como la antigua nacional 525, en el término de Castro de Sanabria, desplazando a la familia de corzos asentada en los prados junto a la carretera de Galicia.

El camino que discurre entre Santa Cruz de Abranes y Rihonor es un lugar de observación para españoles y portugueses. Desde Braganza se han desplazado una mañana Ismael Cuña y Pedro Rego, éste último fotógrafo profesional y un gran conocedor de la "berrea" en el territorio limítrofe. En Portugal, al igual que en España, está en pleno debate la prioridad de uso en los espacios naturales, bien una finalidad de conservación o bien el uso tradicional cinegético. Pedro Rego se decanta por la conservación, y no elude el problema de los daños de ungulados y depredadores, aunque en lugares del Parque luso de Montesinhos, donde convive el lobo con ganados y especies salvajes, hay un impacto menor en la cabaña ganadera, que en otros lugares de Portugal donde el lobo no dispone de especies salvajes.

Al igual que en Castilla y León, los observadores y las empresas de turismo de naturaleza "encontramos muchas trabas para hacer nuestro trabajo". Pedro Rego busca los lugares de observación establecidos, como en caminos o los lugares señalados para la observación. El camino de Rihonor es un buen punto donde a veces la suerte pone en el camino los ejemplares de ciervos, que durante horas se oyen bramar en la oscuridad. El experto luso echa en falta la lluvia. "No sé qué pasara si no llueve, los ciervos no podrán aguantar dos meses de berrea".

Hasta siete puntos de la Sierra de la Culebra están autorizados para realizar el seguimiento de la berrea a las empresas que lo solicitan. Es el caso de Miguel Ángel Garijo Castelló, de Aherca, abogado experto en derecho medioambiental, y vocal en la Mesa del Lobo regional. "Estamos intentando que se haga una regulación distinta y más completa en la Sierra de la Culebra. Si el turismo se masifica dejaría de tener el encanto que tiene. Dejaría de tener la connotación de salvaje que posee". Ángel Garijo también echa en falta la lluvia del mes de septiembre.

Con una regulación clara "todas las empresas que cumplan los requisitos podrán hacer sus ofertas de turismo activo, y a las que no cumplan que no se les deje hacer la actividad. Es necesario operar dentro de la legalidad. Si es necesario mejorar la ley, debe mejorarse. La regulación en estos momentos no está bien hecha, y en el momento que esté bien, o estás dentro o estás fuera. En ese caso la tensión entre las empresas sería mínima".

Villardeciervos es el epicentro de este turismo de naturaleza básicamente porque la oferta de servicios y alojamientos en la más completa de esta zona. La berrea y el lobo atraen observadores de toda España. Uno de los factores determinantes en el interés de la Culebra es que "orográficamente es un territorio que te permite hacer avistamientos todo el año". Este tipo de turismo "es una importante fuente de ingresos para zonas paupérrimas". Con su regulación y una gestión sostenible "puede ser un pilar económico importante" sostiene este experto.

Los visitantes entran en un territorio donde previamente se facilita el contexto legal, la problemática social, una aproximación a los aspectos biológicos y de comportamiento de las especies, y fundamentalmente del lobo, y una visión de toda la Sierra de la Culebra. El poso histórico es visible en los corralones, las fuentes, la calzada romana, las rutas de los contrabandistas, la tradición oral, los romances. "Y. aunque no vean el lobo. que se vayan impregnados de cultura lobera", sostiene Miguel Ángel Garijo.

La berrea este año ha estado marcada por la sequía y la falta de alimento. En Portugal se habla incluso de muerte de fauna por sed y hambre.