El Ayuntamiento de Villalpando viene arrastrando problemas para garantizar la óptima calidad del agua corriente desde por lo menos 2005, dos años antes de que llegara al cargo el actual alcalde, Félix González Ares. Desde entonces la Administración ha tomado diferentes medidas para mantener -casi siempre- minerales como el flúor o el arsénico dentro de niveles aceptables para la salubridad, pero todavía no se ha encontrado una solución definitiva, y en el Consistorio siguen trabajando en este sentido.

En la actualidad, el municipio se abastece de dos pozos de sondeo diferentes, el principal situado en el camino Barrabueyes, junto al depósito, y otro auxiliar ubicado en el paraje El Ardero. Este último tiene bastante más caudal, pero como se encuentra a 2,3 kilómetros del depósito solo se utiliza como refuerzo del primero cuando aumenta el consumo, en verano.

Según relata el alcalde, ya en el año 2005 se detectaron problemas de arsénico en el pozo principal, con niveles superiores a los 18 microgramos por litro en cuatro analíticas consecutivas -actualmente la concentración de la sustancia es de 10,5 microgramos-, si bien en aquel momento no se tomó, como se ha hecho ahora, ninguna medida de restricción del uso del agua. Por esta razón, en el año 2006, con cargo al Convenio de la Sequía 2006-2007, que se financia con fondos de la Administración autonómica, provincial y municipal, se llevó a cabo la obra de revestimiento del pozo, con un presupuesto de 22.000 euros. La obra se termina en diciembre del año 2007 y se completa con la instalación de una nueva bomba para mejorar el sondeo, que se incluye en el Convenio de la Sequía 2008-2009, con una inversión de 8.000 euros.

Sin embargo, los problemas de arsénico en el pozo principal persistían, por lo que el agua se comenzó a mezclar con la del segundo pozo para mantenerla dentro de los parámetros permitidos, pero entonces surgió otro inconveniente, y es que en el pozo auxiliar aparecieron niveles altos de fluoruros. Era necesario encontrar un punto de equilibrio en la mezcla para mantener por debajo de los máximos permitidos tanto el arsénico como el fluoruro, para lo cual se instaló un sistema de radiofrecuencia que comunica y regula el flujo de agua de ambos pozos. Desde entonces se ha venido haciendo un seguimiento específico de ambos parámetros, que se han mantenido próximos a los máximos pero siempre dentro de los límites permitidos.

El regidor asegura que "siempre he sido consciente de que esta era una solución provisional y que en algún momento crítico, como el actual, se podían superar los límites permitidos". Ante esta situación solamente existen tres soluciones posibles, indica Félix González Ares, "la realización de un nuevo sondeo, la mejora del pozo auxiliar para que por sí solo abastezca a la población, o la construcción de una planta de eliminación del arsénico del pozo principal".

La primera de las opciones, un nuevo pozo de sondeo, "tiene el inconveniente de la incertidumbre de la inversión a realizar, tanto en cuanto al caudal como a la calidad del agua que se obtenga", razona el alcalde.

La segunda de las opciones, mejorar el pozo auxiliar para que abastezca por sí solo a la población, requiere la sustitución del equipo de bombeo y del encamisado en su totalidad, además de la renovación completa de la impulsión hasta el depósito, que tiene una longitud de más de dos kilómetros. Inicialmente el Ayuntamiento optó por esta solución y solicitó la inclusión de la obra en el Convenio de la Sequía 2009-2010. El coste, según la memoria presentada por el Consistorio, era de 128.000 euros. Se realizó un aforo del pozo para conocer su caudal, que costó 6.800 euros, y se instaló una nueva bomba para mejorar su capacidad de suministro, por importe de 8.100 euros. El proyecto, aunque fue inicialmente aprobado, no llegó a ejecutarse por falta de financiación del Convenio. "Además los niveles de fluoruros detectados en el pozo no lo hacen viable para abastecer a la población", razona González Ares.

La tercera opción, la construcción de una planta para la eliminación del arsénico, "tiene el serio inconveniente del elevado coste, tanto de su construcción como de mantenimiento, que habría que repercutir en la tasa que pagan los consumidores". Con objeto de solicitar la ayuda de otras Administraciones, en el año 2015 se elaboró un estudio para la potabilización del agua en el municipio de Villalpando, consistente en la instalación de una planta de ósmosis inversa, cuyo presupuesto superaba los 380.000 euros. Inasumible en solitario para un Ayuntamiento como el de Villalpando.

Más recientemente, el 16 de marzo de este año se expuso de nuevo el problema a la presidenta de la Diputación de Zamora, "que acordó incluir la iniciativa en los presupuestos de la Diputación para el año 2018, a través del Convenio de la Sequía", explica el regidor. La solicitud del Ayuntamiento fue concretada en una segunda reunión con el vicepresidente Juan Dúo. El objetivo de ambas Administraciones es "buscar una solución, que además de económica y técnicamente viable, sea eficaz para eliminar el arsénico del pozo principal antes de su evacuación a la red".

No obstante, el alcalde asegura que en estos días el Ayuntamiento "trabaja para encontrar provisionalmente medidas urgentes e innovadoras que puedan rebajar el nivel de arsénico con carácter inmediato, y hasta que se adopte la solución definitiva". Aunque los vecinos se pueden abastecer de agua potable en tres puntos repartidos por el pueblo, el Consistorio quiere evitarles la molestia de cargar con las garrafas hasta sus casas, y que cuanto antes puedan volver a beber el agua del grifo.

El regidor señala cómo "llama la atención que, una vez más, la oposición más deshonesta proceda de personas que me acompañaron en mi candidatura y que han tenido conocimiento del problema desde un principio, así como de su complicada solución y de nuestra permanente inquietud por encontrarla, utilizando además información que no se corresponde con la realidad, ya que en ningún momento se nos ha ofrecido hasta la fecha por parte de los organismos competentes una solución viable".