La falta de agua tiene repercusión en las masas de encinas y alcornoques de Fornillos de Fermoselle que preocupa a los propietarios porque temen su perdición.

"No queda uno. Y esa igual que sea encina que alcornoque. Van secándose a ojos vista" expresa uno de los vecinos que sigue de cerca la evolución de unos árboles que les dan la vida.

Pone de manifiesto que "son las especies de hoja perenne" las que más acusan la falta de agua porque otras clases, como los robles, "se defienden mucho mejor al perder la hoja".

Califica de "drama" la situación que registran las arboledas de alcornoque y de encinas. "No ha caído ni una gota y la sequía está matando árboles en Valduyán y otras zonas como en Las Justas" expresa. Pero también hace referencia a que la sequía golpea con igual contundencia a árboles que están situados en las cercanías del pueblo. "Parece que vamos hacia el desierto. Los ves que se van quedando dorados y poco a poco aparecen como muertos. Como no llueva pronto una parte del monte se nos seca", manifiesta.

La sequía viene a sumarse en la zona con el incendio que desbarató la vegetación de un modo impresionante. En Fornillos de Fermoselle fue defendido gracias a la actuación de los medios aéreos y mecánicos que operaron tras urgentes llamadas de los propios vecinos, que reclamaban la intervención para impedir que las llamas se adentraran en el alcornocal. De los límites de esta foresta hacia el pueblo de Pinilla todo es un escenario calcinado, con cientos de encinas y no pocos jimbros abrasados. Algunos ejemplares de llamativas dimensiones se vinieron abajo tras sufrir el efecto de las llamas. El aprovechamiento de bellota es otra de los daños derivados del incendio forestal.