Una pionera crema con sabor a arroz con leche, una ginebra de frutos del bosque presentada con nitrógeno líquido y un licor de hierbas elaborado con casi una quincena de plantas y flores de todo el mundo. Estos podrían ser los brebajes espirituosos del futuro ideados por los grandes imperios cosmopolitas del alcohol. Pero no. Son las últimas creaciones de tres pequeñas firmas zamoranas afincadas en Villardeciervos, Vega de Tera y Villaralbo. Quizá no suene tan chic, pero aquí la sonoridad es lo de menos.

¿Cómo trasladar a la bebida el dulzor de un postre tan universal? ¿Cómo asilvestrar aun más la ginebra? ¿Cómo reinventar el aguardiente? Estas eran las cuestiones realmente importantes para esta terna de empresas familiares cuyas nuevas generaciones están dispuestas a hacerse un hueco entre las grandes multinacionales en un sector que el pasado año comercializó en España 214 millones de litros de bebidas espirituosas, un 4% más que en el 2015, según datos de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE).

Así, hace más de una década, en plena Sierra de la Culebra, Ismael, Mari Paz y Rubén decidieron tomar las riendas de "Destilerías Joar", una empresa familiar fundada en 1984 en Villardeciervos y rebautizada bajo la marca "Cervato" en los años noventa. Tras meses de prueba en su laboratorio, en 2013 la crema de arroz con leche les catapultó en el mercado por ser una de las firmas pioneras en elaborar este licor, según explica Rubén González, el Community Manager de la firma carballesa. De hecho, la Guía Peñín de destilados y coctelería le otorgó 89 puntos (de un máximo de 100), un reconocimiento al que se suma la medalla de oro recién concedida por el certamen internacional "Top wine 2017". No obstante, el catálogo de galardones podría seguir engrosando. Debido al auge de este tipo de bebidas, acaban de lanzar un ron con sabor a fresa fruto de la maceración de fresas maduradas y destilados de caña en su alambique de cobre, uno de los secretos de la firma.

Por su parte, la historia de Daniel de la Fuente se remonta a la cuna. Primero fue su bisabuelo Santos. Luego su abuelo Vicente. Más tarde su tío, José Antonio, y su padre, Vicente. Y ahora es él quien encarna el relevo del "Abuelo de Vega". Daniel es quien elabora, fabrica, embotella, reparte y sirve. Como él mismo dice, le "salieron los dientes" en el oficio. Sin embargo, su afán por tecnificar la empresa familiar le llevó hasta Ponferrada para titularse como enólogo. "Me interesa la base principal de lo que hago, me interesa saber las propiedades del aguardiente, las ventajas de según qué variedad de uva emplee", relata con entusiasmo. A sus 22 años, representa la cuarta generación de una empresa afincada en Vega de Tera desde 1939.

En esta nueva etapa le acompaña su hermana Sonia, de 26 años, licenciada en Administración de Empresas por la Universidad de Salamanca. Entre otras labores, ella se encarga de la administración, facturación y tramitación de pedidos. Juntos lideran la empresa que integran su padres, sus tíos y dos operarios. "Siempre discutimos pero para bien, todo queda en familia", comenta entre risas. En 2013 ampliaron sus instalaciones y tras su inmersión en el mundo de las temporadas BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones), en 2016 se sumaron a la moda de los gin tonic y lanzaron su propia ginebra. Una arriesgada apuesta pero que "merece la pena porque hay ilusión, y en una cosa de estas es lo más importante, la ilusión", afirma.

El empeño es otro de los factores destacados. Al igual que las bicicletas no son solo para el verano, el licor de hierbas tampoco está reservado para la hora de echar la partida. "¿Cómo iba a quedar una bebida así relegada únicamente para la sobremesa?", se preguntaron los hermanos Bragado de Villaralbo. Ellos se negaban. Juan Carlos y Jose son genuinos, como la marca y la raza que ahora da nombre a su sueño: "Bull Terrier". Cual druidas, desde 2001 llevaban fabricando a fuego lento una especie de poción para consumo propio en la cocina del domicilio familiar. Sin embargo, su olfato canino y empresarial les llevó a mejorar la receta y, animados por las positivas críticas de amigos y familiares, en 2013 apostaron por su comercialización pese a provenir del mundo inmobiliario, renqueante de la manida "burbuja" en el sector de la construcción.

Tal y como explica Juan Carlos, responsable de Comunicación de la firma, no es que hayan innovado, sino que han recuperado "la forma más tradicional" de elaboración con "hierbas de verdad". Así, a los tradicionales tomillo y romero se suman una docena de plantas exóticas como la hierba luisa, la menta piperita o el anís estrellado para su maceración. Además, en los últimos días lanzaban una crema de orujo y próximamente está previsto que presenten un licor café, aunque la intención es elaborar una ginebra de autor que sea una "revolución" en el mundo del elixir.