Después de una semana el toro que huyó del encierro campero de Pereruela sigue sin ser capturado. El animal fue localizado hace unos días en una ribera próxima a una vaquería, donde aún permanece refugiado. El astado no ha sido capturado debido a que se encuentra en una zona boscosa, de difícil acceso para los camiones de la ganadería de lidia, y porque nadie corre peligro de ser atacado en dicho lugar, según recordaba ayer el alcalde, Jesús Carnero. Los responsables municipales no creen conveniente organizar una batida con perros que provocaría que el toro huyera de nuevo.

En cambio, se ha pedido a los propietarios de la vaquería próxima al paraje donde se esconde el novillo que estén atentos para dar el aviso en cuanto el astado deje su fuerte, ya que se prevé que tarde o temprano se aproxima a la explotación. Una vez en campo abierto se le podrá disparar un dardo tranquilizante.