Dos familias, una de ellas procedente de Colombia y la otra de la propia comarca -integrada por descendientes de Grisuela y Abejera de Tábara- han cumplido su promesa y ya se han mudado a San Vitero contribuyendo de esta manera a salvar la escuela de Educación Infantil y Primaria que el pasado curso contaba con solo cinco alumnos, y al causar baja dos de ellos se condenaba al cierre el aula al no llegar al mínimo de cuatro escolares exigido por la Consejería de Educación.

De los cuatro niños llegados a San Vitero, tres están en edad escolar, con lo cual el colegio ha pasado a contar seis alumnos. Además se garantiza la supervivencia de la escuela a corto y medio plazo pues de los seis ninguno abandonaría el centro en 2018 para incorporase al Instituto de Educación Secundaria Aliste, de Alcañices. A ello se suma que se podrían incorporar otros tres niños del pueblo, y el más pequeño de las nuevas familias. La escuela de San Vitero pertenece al Colegio Rural Agrupado de Nuez que mantiene centros abiertos en dicha localidad, San Juan del Rebollar y San Vitero. Además de esta, solo quedan abiertas escuelas en Fonfría, Alcañices, Mahíde y Sarracín.

"San Vitero ha salvado su escuela, ese era nuestro objetivo, y seguiremos acogiendo a todas aquellas familias que quieran venir a vivir a nuestros pueblos" señalaba ayer el alcalde Rafael Caballero Alonso.

Méndez Plaza, que llegó en 1897 a Aliste a "conocer el país" llegó a sentenciar que hasta 1857, solo cuarenta años antes de su visita, no hubo en tierras alistanas otros maestros que los "galocheros", artesanos gallegos y leoneses de la madera que aprovechando otoño e invierno llegaban a Aliste a elaborar galochas y cucharas a la vez que enseñaban a leer, escribir, sumar, restar, dividir y multiplicar a los alistanos.