La bula del papa Clemente VI (1342-1352), expedida en la sede francesa de Aviñón, en el primer año de su pontificado, confirmó las gracias y privilegios a favor de la cofradía de Los Falifos de Rionegro del Puente, otorgados por varios de sus predecesores. Así aparecen los primeros registros documentales fechados sobre la cofradía más antigua al servicio de los peregrinos del Camino de Santiago, que hoy celebra los actos centrales de la que está considerada como una de las cofradías de datación inmemorial y muy anterior al siglo XIV. El santuario está activo todo el año, bien con las visitas guiadas al templo que ha recuperado en esta edición la imagen de Santiago Apóstol del siglo XV, el museo ubicado en la sacristía, o simplemente por las visitas para contemplar un templo de origen románico.

El santuario de Nuestra Señora La Virgen de la Carballeda vuelve a ser hoy, domingo de Carballeda, el epicentro del encuentro de peregrinos de la comarca y los territorios limítrofes. El obispo de la Diócesis de Astorga, Juan Antonio Menéndez, presidirá la misa central a partir de la una, seguida de la procesión alrededor del santuario. La ofrenda floral abrió ayer los actos principales para conmemorar el día de la Virgen, que contará además con la exposición de pintura y feria del libro de autores zamoranos, de 6 a 9 de la tarde, con los escritores Luis Carbayo, Faustino Gallego, Enrique Álvarez, José Carlos Iglesias y Florentino Gil, cuyas obras incluyen en sus obras la inspiración histórica, social, cultural y humana de estas tierras del noroeste zamorano.

El legado histórico funda el culto a la patrona de la Carballeda en el milagro realizado por la Virgen en favor de un puñado de peregrinos para llegar a Santiago de Compostela. La crecida del río Negro puso en serio apuro y riesgo, la vida de aquellos viajantes. El aluvión de peregrinos por la Carballeda motivó que, en un determinado momento de la época medieval, se reunieran los párrocos, alcaldes, procuradores y otros eclesiásticos de las comarcas de Carballeda, Sanabria, Vidriales y Cabrera y así acordaron proclamar a la Virgen como patrona de dichos contornos, que posteriormente se agrandarían hasta Galicia, tierras de León y algunas provincias de Portugal.

Así acontece el devenir histórico recogido por los investigadores de la cofradía y miembros del Cabildo que culminan, en este tercer domingo de septiembre, los actos centrales de la protectora del santuario y los caminantes.

La cofradía se regía por usos y costumbres ancestrales hasta que en 1680 el obispo de Astorga aprobó los estatutos propios presentados por la Cofradía. El siguiente corpus estatutario fue aprobado por el Rey Carlos III en 1787 tras dos años de suspensión e incertidumbre para la vida de la cofradía, porque los anteriores no se ajustaban a la "Novísima Recopilación". Los sucesivos informes del obispo de Astorga, del intendente de León, del alcalde de La Bañeza, de la Real Sociedad de Amigos del País y de tres fiscales y el relato de los niños expósitos, fueron decisivos para la aprobación de los Estatutos por Carlos III.

La entrega del "falifo", una palabra con sentido y significado propio para los miembros de la cofradía, ha sido la única obligación real del cofrade a cambio de derechos y beneficios espirituales que se consignan en los estatutos.

Como es costumbre, el Cabildo se reúne mañana lunes, día dedicado a la misa de difuntos y la presentación de las cuentas de la cofradía.

El patrimonio de la cofradía contó con fincas, foros, donaciones, alcazabas, e incluso vasallaje sobre la aldea de Villar de Farfón, donde el abad de la cofradía tenía potestad para nombrar alcalde. Como institución eminentemente social, organizaba y distribuía rentas, proporcionaba la dote para el matrimonio a doncellas pobres, dirigía asilos y hospitales -en la Bula de Eugenio IV se mencionan 30 hospitales y 35 puentes- mejoraba caminos, calzadas y puentes, cuidaba y educaba niños expósitos, que el sacristán recogía de las dos cunas de piedra que aún hoy se conservan a ambos lados del atrio del Santuario. Todo un legado histórico asociado a una palabra de significado incierto "falifo" pero vinculada a la caridad y la ayuda del peregrino y del desvalido.