El Seprona identificó el pasado jueves 7 de septiembre al presunto autor del incendio surgido en Pino del Oro el 29 de julio, y está siendo investigado -condición anteriormente conocida como imputación- como supuesto autor de un delito de incendio forestal, que puede acarrear penas de uno a cinco años de prisión y multa de 12 a 18 meses. Si además el juez determina que el fuego conllevó peligro para la vida o integridad física de las personas, la pena se agrava y se establece entre los 10 y los 20 años de cárcel. Las diligencias instruidas están ahora en manos del Juzgado de Instrucción Número 3 de Zamora.

La investigación que ha permitido dar con esta persona fue llevada a cabo por miembros del Seprona de la Comandancia de Zamora, que contaron con la colaboración de personal técnico en investigación de incendios forestales de la Junta de Castilla y León para averiguar las causas y la localización exacta de los puntos de inicio del fuego.

El incendio surgido entre Pino del Oro y Castro de Alcañices ha sido el mayor en lo que va de año, pues se extendió desde los Arribes del Duero hasta la desembocadura del río Aliste en el embalse del Esla, pasando por los términos municipales de Bermillo de Alba y Videmala y calcinando más de 3.000 hectáreas de encinas, matorral, pasto y terreno agrícola. También causó daños en varias explotaciones ganaderas y asentamientos apícolas.

Desde el momento de su inicio, los expertos del Servicio Territorial de Medio Ambiente sabían que se trataba de un fuego intencionado, pues surgió de forma casi simultánea en dos focos diferentes unidos por un camino que el pirómano utilizó para su propósito, prendidos de tal forma que el viento los juntó creando un frente enorme en una zona de orografía irregular que impedían apagarlo rápidamente, al igual que las condiciones metereológicas, con un viento racheado que hacía casi imposible sofocar las llamas. Quien provocó el fuego lo hizo "con la intención de causar el mayor daño", como llegó a afirmar el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro.

El incendio que afectó al término municipal de la localidad de Pino del Oro puso en serio peligro a la localidad de Bermillo de Alba y obligó a cortar al tráfico varias vías de comunicación, por eso mantuvo el nivel 2 de peligrosidad durante 30 horas, obligó a desplegar un gran número de efectivos de todas las administraciones y las labores de extinción se prolongaron durante nueve días.

Este verano está siendo especialmente violento en cuanto a incendios intencionados en la provincia de Zamora, siempre en espacios protegidos. El de Pino del Oro fue provocado dentro del Parque Natural de Arribes del Duero, igual que los iniciados en el término de Fermoselle el 29 de agosto y el 3 de septiembre, también con claros indicios de haber sido prendidos intencionadamente.

Estos dos últimos fuegos en el corazón de Arribes se declararon extinguidos el pasado domingo, y entre los dos han calcinado casi 3.000 hectáreas.

El provocado el martes 29 de agosto arrasó 1.058,65 hectáreas de arbolado, 501,20 hectáreas de matorral, 50,65 hectáreas de pasto, 1.067,04 hectáreas de terreno agrícola y 16,72 hectáreas de otros tipos, 2.694,16 en total.

El segundo prendido en esa zona quemó 150,20 hectáreas más. Queda por saber cuánto se ha quemado esta semana en Latedo, donde aún actúan una cuadrilla de tierra, un bulldozer y una autobomba.

La Guardia Civil resalta el papel que juega la colaboración ciudadana para descubrir a los incendiarios, así como evitar los fuegos. forestales. Recomienda abstenerse de realizar actividades que puedan conllevar un riesgo de incendio, ya que se puede incurrir en un ilícito penal, además del peligro que origina un incendio forestal para personas y bienes. Este delito también se puede cometer por una imprudencia.