Un hombre encapuchado atracaba ayer a mano armada una sucursal bancaria situada en Trabazos y conseguía escapar llevándose 3.000 euros en efectivo. El ladrón irrumpió en la oficina minutos después de las 13 horas amenazando con una pistola corta a las dos únicas personas que en ese momento se encontraban en su interior, el empleado y una clienta que posteriormente precisó atención médica tras sufrir un ataque de ansiedad.

El caco exigió todo el dinero de la caja, y tras conseguir 3.000 euros salió del banco rompiendo en su huida el cristal de la puerta de un golpe con la culata del arma, y soltando algunos billetes de cinco y diez euros. Según testigos presenciales, el atracador se dirigió entonces a la parte trasera del edificio, donde le esperaba un Seat Ibiza de color gris y matrícula portuguesa en el que escapó en cuestión de segundos. Dada la rapidez con la que arrancó el vehículo, se sospecha que el ladrón contaba con un cómplice que le esperaba dentro con el motor encendido.

Los testigos de los hechos describieron al individuo como un hombre de estatura elevada, complexión delgada y con el pelo negro, ya que antes de doblar la esquina se quitó la capucha. Iba vestido con pantalón vaquero, sudadera azul marino y una capucha del mismo color coronada por una bola de lana. Además, según las víctimas del atraco, tenía acento extranjero.

Las dos personas que se encontraban en la oficina en el momento del atraco resultaron ilesas, pero muy nerviosas debido al susto y a la tensión después de haber sido amenazados con un arma de fuego. Pronto llegaron al lugar los servicios médicos y la Guardia Civil, que puso en marcha un operativo para localizar el vehículo en las carreteras y caminos próximos a Trabazos, especialmente en aquellas vías que conducen a Portugal.

No es la primera vez que comercios de esta zona sufren atracos, dado que la proximidad de la frontera con el país vecino facilita la huida a los amigos de lo ajeno.