El Pego se convertía ayer en el epicentro taurino de La Guareña gracias a un encierro campero que suscitó una masiva afluencia de aficionados de otras localidades, así como de las provincias vecinas de Valladolid y Salamanca. Medio centenar de caballistas y una multitud de vehículos participaron en el festejo protagonizado por tres toros que corrieron bastante, desviándose en ocasiones del recorrido previsto, algo que los dueños de muchos vehículos vieron como una oportunidad para recorrer la era y seguir admirando a las carreras de los astados. Otros optaban por seguir el espectáculo desde la seguridad de los remolques, en tractor o a pie.

No obstante, los jinetes consiguieron sacar partido a la bravura que los bóvidos ya habían demostrado en el festejo de la noche anterior, consiguiendo lucidas carreras en las que los cornúpetas embestían con fiereza contra los caballos. El encierro concluía horas más tarde sin que hubiera que lamentar ningún incidente reseñable.

Por la noche El Pego despedía unas fiestas patronales que han sido un gran éxito de afluencia en casi todas las actividades organizadas desde el viernes en honor a Nuestra Señora de La Tramposa, así como en el apartado cultural destacando el espectáculo flamenco del sábado que unió a los mejores artistas de la zona.