Los cazadores de Fermoselle guardarán este año las escopetas. Es otra de las consecuencias del incendio forestal que ha calcinado oficialmente 2.800 hectáreas del Parque Natural Arribes del Duero -los cazadores aseguran que son "bastante más". Las llamas han esquilmado prácticamente las poblaciones de conejo y perdiz, y el sector es partidario de no abrir la caza este año para "no hacer más daño e intentar que se pueda recuperar". Aunque es el sentir mayoritario de los cazadores, la medida se acordará oficialmente en una próxima asamblea de la Sociedad de Cazadores de Fermoselle.

El fuego ha hecho estragos en el plano cinegético como están comprobando los aficionados en las visitas al campo quemado. "Es frustrante, cuidamos la caza, es una afición que nos viene de padres a hijos, se pusieron los bebederos... Todo el trabajo y la ilusión se han ido por la borda".

Solo han visto una mínima luz en la zona de Las Muelas, cerca de la residencia de ancianos que tuvo que ser desalojada por el fuego, donde ha logrado sobrevivir una pequeñita colonia de conejos que consiguieron aislarse gracias al cobijo de las madrigueras. El problema es que no tienen alimento y son los propios cazadores los que están aliviando su situación suministrando fruta a los animalillos, que están dando cuenta de las manzanas, peras y melocotones esparcidas entre el campo ceniciento. Cada dos o tres días los cazadores y vecinos esparcen fruta por la zona; la última vez, 30 kilos de manzanas, y el suministro continuará para intentar salvar a este pequeño reducto de pequeños mamíferos.

"Son los que han sobrevivido, lo demás está todo barrido. Como la Junta no empiece a repoblar pronto, a ver qué van a comer el águila perdicera y el águila imperial" se pregunta un cazador fermosellano.

El colectivo, formado por unos 80 socios, de momento suspende la actividad cinegética en las zonas no quemadas (entre 1.500 y 2.000 hectáreas), porque en las abrasadas la propia Junta establece la suspensión de la caza durante cinco años. "Lo poco que nos queda libre no lo vamos a machacar, tenemos que conservar lo que hay porque en la zona del fuego el conejo ha quedado barrido" lamenta el cazador.

A la frustración e impotencia de los fermosellanos se suma de forma muy singular la de los cazadores, convencidos de que "la persona que ha iniciado esto (en referencia al gran incendio que comenzó el 26 de agosto) puede tener que ver con la caza. En cuanto nos dijeron la hora (las 3 de la madrugada) y los sitios donde se prendió, todo hace pensar que lo puede haber causado un cazador con rencillas".

En cuanto a la caza mayor, los cazadores son partidarios de continuar, "si nos dejan, sobre todo por el jabalí que produce muchos daños en los cultivos".

Por otro lado, la plataforma ciudadana "Fermoselle. Atrévete", constituida por un grupo de vecinos para reivindicar ayudas tras las graves consecuencias del incendio forestal y exigir la mejora de servicios en el pueblo, ha convocado para mañana una concentración, a las siete de la tarde en la Plaza Mayor.

Los promotores, que se declaran independientes y al margen de partidos políticos, llaman a la participación de los fermosellanos y pueblos del entorno (especialmente Pinilla de Fermoselle también arrasada por el fuego) porque "tenemos que estar unidos y que esta catástrofe no se quede en el calentón de los primeros días".

Los miembros de la plataforma quieren llamar la atención de todas las administraciones para establecer ayudas e indemnizar a las personas que han visto sus bienes afectados por el fuego y solventar problemas, no solo relacionados con los daños del fuego, sino de carencias en servicios públicos como "el grave problema del agua, barreras arquitectónicas, recogida de basuras o un insuficiente servicio de correos". Además insisten en la "necesaria y urgente" concentración parcelaria, o "al menos que se hagan caminos".