La aparición de los restos del pueblo de San Pedro de la Nave, en el embalse de Ricobayo, ha despertado el interés de las personas que han aprovechado el tiempo libre del fin de semana para acercarse y contemplar las paredes de las viviendas que todavía aguantan en pie. Los visitantes gustaban de pasear por estas viejas construcciones del pasado, que fueron la morada y el pueblo de los que debieron emigrar en aras al suministro eléctrico y de abastecimiento de los demás.