Fermoselle tributó ayer tarde su personal y popular homenaje con el emigrante asistiendo a la romería hasta el monumento levantado en su honor a la entrada de la villa y participando con gran sentimiento en la misa campera.

Los actos religiosos fueron oficiados por el párroco Isaac Prieto en una liturgia campera marcada por el reconocimiento a las personas de la villa que, con añoranza, debieron romper los hábitos locales y cruzar las fronteras para abrirse camino por el mundo. Fueron tantos, se dispersaron por tantos países y ejercieron tantos oficios que el espíritu fermosellano se puede decir que está en todas partes.

En el escenario del monumento al emigrante, representado por una figura sin más equipaje que un simple hato, coincidieron ayer tarde una representación de vecinos pero también de hijos del pueblo que conocen las andanzas por otras ciudades y países, pero que regresan a Fermoselle en agosto con motivo de las fiestas de San Agustín, vividas con tanta familiaridad como desprendimiento. Fue, sin embargo, una concurrencia minoritaria.

Como es costumbre, el Ayuntamiento, presidido en estos momentos por Manuel Moya ante la baja de Alejandro Fermoselle, colaboró en el hermanamiento con el reparto de cacahuetes y limonada. Es una romería de homenaje a los emigrados, que permite recordar a unos y a otros a quienes salieron con ilusión o como aventureros, dejando tras de sí éxitos memorables y, algunos, rotundos fracasos.

El programa de la jornada prosiguió su curso con la presentación en el salón del Ayuntamiento del disco de Lorena González "Basado en hechos reales".

El representante de Ciudadanos, José Antonio de la Torre, justificó su ausencia en "que tienen el lugar hecho un asco".

En la misma tarde fue organizada en la villa, por dos particulares "y en colaboración con peñas y empresarios", un recreativo con hinchables. La solicitud de autorización al Ayuntamiento fue realizada por Beatriz de la Torre. Se justifica esta actividad en "que no había nada organizado para los niños". Su emplazamiento en un lugar público fue denegada por el Equipo de Gobierno por no estar completa la documentación pertinente, de modo que hubo de montarse en un recinto privado. "No habría habido ningún problema en autorizarlo" señalan desde el Ayuntamiento.