Milagro parece o inocentada si fuera día de ello, pero no. Es verdad, se lo juro. El domingo (20:30 horas) hay velada flamenca en Sanzoles, hasta ahí nada especial, porque el pueblo de Tierra del Vino es jondo como pocos y durante años mantuvo un certamen vivo cada año. Lo increíble es el plantel de la velada: Antonio Carrión, Macarena de Jerez y Luis Perdiguero. A las palmas, Manuel de Macarena. Y difícil de entender resulta que la velada sea gratis, una circunstancia que hay que agradecer al Ayuntamiento de Sanzoles (y a un pajarito asonantado al que gusta volar por libre que ha convencido a sus amigos artistas para que vengan a la vera del Talanda por menos de lo justo).

Es increíble el cartel porque Antonio Carrión, guitarrista de Mairena del Alcor (ahí es nada) es uno de los mejores tocaores del panorama nacional, al que se rifan todas las figuras, por su seriedad, vena artística y duende (que lo tiene, también cuando se suelta la melena -y la voz- por bulerías). Tocaor largo, internacional, catedrático de las seis cuerdas, se ha pateado el mundo actuando, acompañando y hasta impartiendo conferencias, que de todo ha hecho, y bien.

Antonio Carrión ha montado en varias ocasiones espectáculo propio. Personalidad tiene y va dejando impronta por donde actúa. Escucharle con mimo es recuperar el eco de Melchor de Marchena, Niño Ricardo, Manolo de Huelva o el gran Paco de Lucía.

Macarena de Jerez es la fuerza, la expresividad, un ciclón desbocado que arrastra vientos huracanados de arte puro. Nada se le pone por delante. Viene de Jerez, claro, su mundo, su universo creativo, donde se refugia para respirar y cargar las pilas. De Andalucía sale de vez en cuando para comerse el mundo. "Lolea" (hizo un espectáculo maravilloso sobre la Faraona) como la Flores, a quien mejora en muchos palos. No existen los diques para ella: tientos-tangos, seguiriyas, malagueñas, fandangos, bulerías... Un filón desbocado, que baila como los ángeles. De profundo quejío, atesora una personalidad que se clava en los espectadores, dejando huella indeleble. Su desparpajo contagia y hacer llorar de sentimiento. Es artista polifacética que ha participado en varios trabajos corales. Transparente, autodidacta, piensa que para cantar bien hay que pasar fatigas. A ella no le importa el sufrimiento, lleva siempre a Jerez por bandera y se le nota, vaya si se le nota.

El carné de identidad de Luis Perdiguero tiene pedigrí. Malagueño de Antequera, de raíces jerezanas, familia de los Paulera, es biznieto de Tía Añica La Periñaca. Cantaor precoz, desde los 18 años es profesional del cante y atesora un gran número de premios y varios trabajos en solitario. Muy largo, de garganta inagotable y gitana, atesora un rajo jondo y profundo. De influencias jerezanas pero con mucho recorrido, no desecha otros palos como la granaína, malagueña y los cantes de ida y vuelta. Él lo ha dicho: ha nacido para cantar y la parca lo pilla desprevenido que sea cantando por soleá o por bulería, los palos con los que más se identifica, se duele y se recrea. Artista de inspiración, se vacía ante el público sin guion previo. Se sabe como empieza pero nunca como va a acabar: racial y singular tiene mucho recorrido en el mundo del flamenco.

La actuación de Macarena de Jerez y Antonio Carrión en Sanzoles se producirá después de hacerlo mañana en Toro. En el festival de las fiestas de San Agustín están acartelados también los cantaores Jesús Méndez y Antonio Reyes y el tocaor Juan Manuel Moneo.

La velada flamenca de Sanzoles se celebrará en la Plaza Mayor, donde se han colocado un escenario y numerosas sillas para los espectadores. El espectáculo promete por muchas cosas.