La Diputación se ha visto obligada a suspender el suministro de agua con cisternas debido a la extinción del contrato y la imprevista renuncia por parte la empresa que lo ha estado realizando durante los últimos 20 años. La decisión de no renovar el servicio paralizó el pasado viernes la salida de las cisternas y con ello el abastecimiento a los pueblos que las solicitan por problemas de agua.

Así lo ha confirmado a este diario el diputado de Medio Ambiente, Manuel Martín, quien precisa que "el mismo viernes ya contactamos con otra empresa, pero no puede salir a repartir el agua hasta que los vehículos no tengan la autorización de Sanidad de la Junta porque las cisternas tienen que estar perfectamente desinfectadas y limpias".

La finalización, y no renovación, del anterior contrato coincide con el fin de semana y los días más críticos en los pueblos, cuando se concentra mayor cantidad de población debido al gran puente de agosto y las fiestas de La Asunción y San Roque. "Comprendemos que son fechas muy complicadas, pero la noticia nos ha pillado por sorpresa, la empresa no ha querido seguir" incide el responsable de Medio Ambiente, no sin lamentar el abandono porque "durante 20 años ha realizado un trabajo impecable". Martín admite que las denuncias, acusaciones y el cuestionamiento del trabajo ha pesado en la decisión de la concesionaria.

El diputado de Medio Ambiente confía en que "el jueves o el viernes podamos reanudar el reparto de agua". Entre tanto aclara que "se mantiene el abastecimiento de agua embotellada, pero no se puede pensar que se lleve al instante a los pueblos; los alcaldes tienen que prever la situación y avisar con suficiente antelación".

Todo ello ocurre mientras en pueblos como Brandilanes o Castro de Alcañices -anejos del Ayuntamiento de Fonfría- se agrava la situación debido a la sequía y también a "la falta de concienciación ciudadana" precisa el diputado, quien añade que "en estos días se llega a quintuplicar la población".

"Brandilanes existe. Sin agua". Una pintada en el suelo expresa el malestar de los vecinos de este pueblo. Con el manantial bajo mínimos, el problema casi secular de abastecimiento se ha agravado en el "último mes" apuntan. Aseguran que "hay días sin una gota de agua y la que llega no está en condiciones". Dicen estar "hartos" de reclamar soluciones al Ayuntamiento, a la Diputación y a la Junta que "se pasan la pelota unos a otros y nadie da una solución".

El ya apurado manantial baja con la llegada de veraneantes. Por ello el Ayuntamiento ha optado por cortar el suministro general "por la noche para que se recupere un poco el caudal" afirma el alcalde de Fonfría, José María Ríos, quien niega que no atienda a los vecinos. "El teléfono arde y se intenta atender a todo el mundo, pero este problema no se arregla de la noche a la mañana y el manantial no da más de sí". Se quejan los vecinos de que los camiones cisterna "pasan muy de vez en cuando". El parte oficial de la Diputación indica que el último descargó 15.000 litros el día 26 de julio. "La echan al depósito pero ese agua no lo podemos beber". Los vecinos denuncian que el problema empieza a tener repercusiones en la salud de las personas. "Ha habido un niño hospitalizado con salmonelosis y gente con gastroenteritis, nos dicen que todo viene del agua -asegura un joven del pueblo-, por no hablar de las personas mayores se ven fatal sin agua, no se puede ni tirar de la cadena".

El diputado de Medio Ambiente desmiente que Brandilanes lleve un mes con problemas porque "hace quince días hemos mandado un vigilante desde Diputación y tenían agua para abastecer a la población". Añade que "llevamos tiempo diciendo que este año podía ser complicado, la gente se tiene que concienciar y no derrochar".

En Castro de Alcañices el verano también se complica. Si en plenas fiestas el pueblo se quedó sin agua, este pasado fin de semana han vuelto a tener problemas. Santiago Santiago López llegaba ayer de Portugal provisto de 30 garrafas de 5 litro; "todo el mundo se está buscando la vida como puede". Este vecino denuncia incluso que las placas solares instaladas para sacar el agua "no tienen baterías, así que en cuanto llega la noche o se nubla el día esto deja de funcionar".

El responsable de la Diputación niega tal extremo y afirma que "en Castro las bombas funcionan con las placas solares porque no llega hasta allí el tendido eléctrico. Cuando desaparece la luz, como las baterías se gastan en seguida porque eso no deja de tirar, el alguacil tiene orden de arrancar un generador y no lo hace porque no quiere. Hay que hablar claro y no cargar todo contra la Diputación porque nosotros estamos cumpliendo y atendiendo a todos los alcaldes que nos piden ayuda".