La "villa de Tábara es una histórica tierra, una acogedora cuna para nacer y un paraíso para vivir, convertida en una fuente aconteceres durante siglos". Así abría ayer las fiestas de la Virgen de la Asunción de Tábara Eugenio Rosado Garrido con un magnífico pregón donde alabó las grandezas y los valores de Tábara y de los tabareses, de cuantos en ella nacieron, la habitaron y a ella llegaron, algunos de los cuales alcanzaron prestigio mundial e incluso subieron a los altares: como San Froilán y San Atilano; Magius, Emeterius, Ende, Sennior y Monnius con sus códices medievales (Beatos) y León Felipe Camino Galicia: nacido tabarés y fallecido en Méjico

Eugenio Rosado Garrido nació en Ávila en 1946 y en 1968 llegó a Tábara como funcionario de Extensión Agraria. La villa le acogió con los brazos abiertos y allí se enamoró de vecina Toña Romero Pascual, formando su propia familia tabaresa. Nombrado "Tabarés del Año" en 2016 ha sido este año uno de los grandes protagonistas de las fiestas dando a conocer sus saberes e investigaciones históricas sobre la Villa..

Con su documentada ponencia de los "Beatos en Sencillo" en el "Edificio del Reloj", Eugenio Rosado Garrido acercó a tabareses y a los foráneos un poco más a la historia de Tábara recordando que allá por tierras de la Sierra de la Culebra, La folguera y Palomillo el "Territorio tabarés, desde el siglo VI antes de Cristo estuvo ocupado sucesivamente por Astures Augustanos, Vacceos, Romanos, Vándalos Asdignos, Suevos y Visigodos"

Y aportó nuevos e interesantes datos. "En el año 675, reinando Wamba, se inicia el XI Concilio de Toledo, en cuyo contexto aparece mencionado el topónimo Tábara dentro del Reino Astur Leonés". Ello presupone que Tábara cuando menos ya existía hace más de 1.342 años.

Recordó que el Monasterio de San Salvador fue destruido por las razzias de Almanzor entre el 981 y 988 y no se repuso de inmediato.

La iglesia fue reconstruida pasado mucho tiempo y en 1137 fue consagrada por el Obispo Roberto de Astorga y estuvieron presentes doña Sancha Raimundez y el abad Domingo Alfonso del monasterio de San Martín de Tábara. La primera gran remodelación de Santa María fue en 1761, interior y cabecera, gracias la XI Marqués de Tábara Pedro de Alcántara y sentencio: "Scriptorium y los Beatos realizados en Tábara hace casi 1.100 años, comenzaron a dar vida a nuestra villa una importancia universal: conocer su historia y sus hechos contribuyen a incrementar la grandeza que alcanzó Tábara y que nuca más quede casi desconocida". Eugenio Rosado Garrido: magistral.