VinDuero-VinDouro regresa con un claro y renovado objetivo: desafiar los estereotipos de discriminación de género en el mundo del vino.

La asociación que pretende implementar estrategias de colaboración y desarrollo en áreas locales a ambos lados de la frontera con Portugal celebró durante los días 1, 2 y 3 de agosto en la localidad salmantina de Trabanca su trigésima edición de los Premios VinDuero-VinDouro con especial protagonismo de la mujer. Tanto es así que el comité de cata estuvo formado en un 60% por mujeres como Adela Viscay, Alexandra Pinto o Alexandra Silva, entre otras.

Asimismo, teniendo en cuenta únicamente las votaciones del sector femenino, el colectivo decidió instaurar, de forma paralela a los galardones "Arribes", los premios "En femenino" y además, elaborar una segunda "Guía con los mejores vinos de España y Portugal según las mujeres".

Según manifiesta la entidad organizadora, "las mujeres siempre han estado presentes en el sector vitivinícola, pero por detrás del hombre, el cual ha copado las portadas". Sin embargo, el imparable éxito y la presencia de las mujeres "intrépidas, aventureras, competentes y creativas" en el mundo del vino es más que evidente, apuntan.

"La mujer se preocupa más por la sensibilidad del consumidor. El hombre crea el vino para él y a su bola, en cambio, la mujer piensa en el placer que va a dar a quién lo bebe", manifestaba durante el certamen la afamada Isabel Mijares.

Al margen del protagonismo de las féminas, el certamen homenajeó con un minuto de silencio al fallecido Pascual Herrera, expresidente de la Denominación de Origen Cigales, a quien su hijo, Manuel Herrera, honraba con su presencia en el comité de cata.

Una comida en el restaurante La Retoñera de Arribes -donde los premios tienen actualmente establecida su sede -, una visita a la conocida tonelería J. M. Gonçalves de Palacoulo (Portugal) y un crucero por el Duero fueron otros de los atractivos del concurso, además de una cena en el Parador de Santa Catarina de Miranda do Douro o un concierto de la zamorana Lucía Gonzalo a la luz de la luna con vistas a la línea de agua que une ambos países.

Asimismo, durante esta nueva edición, VinDuero-VinDouro quiso remarcar su objetivo general de ofrecer el vino como un producto cultural de calidad, presentado en una zona de una riqueza turística y paisajística de excelencia y abrazada por la calidez y amabilidad de sus gentes así como de los expertos internacionales.

En palabras de Rodolfo Queirós, enólogo y director técnico de la Denominación de Origen Beira Interior, fue una edición "fantástica".

"Es el concurso que reúne los vinos ibéricos y eso es algo muy importante. En Portugal, mirábamos poco para España, pensábamos que la frontera era un muro, pero eso ha cambiado, convirtiéndose ahora en un mar de oportunidades para ambos países", aseveraba.

Así, tintos, blancos, rosados, espumosos; jóvenes, crianza, de autor? todos ellos volvieron a estar presentes en los Arribes del Duero, una zona que, en palabras de los organizadores, "esconde una forma de vida, gentes y paisajes de una particular belleza y que reúne, cada año, el mayor concurso internacional de vinos durante tres jornadas que contribuyen a la difusión de la cultura del vino, este año con alma, pasión y retrato de mujer".