Ch. S.

El pueblo que dio su nombre al "Salto de Ricobayo" construido por la Sociedad Hispano Portuguesa de Transportes Eléctricos "Saltos del Duero" entre 1929 y 1934 en el cauce del río Esla está viviendo un verano incongruente debido al bajo nivel de las aguas que ha traído consigo el no poder utilizar para el baño estival la playa fluvial de "Las Revueltas". Un majestuoso embalse que ocupa 5.725 hectáreas de terrenos con capacidad para albergar 1.145 hectómetros cúbicos de agua. La presa, con 99 metros de altura y una longitud de coronación de 270, ha marcado la historia del pueblo que aprovechó sus aguas para la construcción de esa playa fluvial que está viviendo sus momentos muy difíciles con graves perjuicios.

El gran río Esla fue durante siglos una fuente de riqueza con sus frondosas riberas para el "Rico Bayo" y a la vez una frontera límite, natural, más aún en tiempos de grandes crecidas. Ricobayo de Alba tuvo barca para cruzarlo y fue el primer pueblo en contar con puente, majestuoso, para salvar el cauce desde el siglo XIII. Fue derribado en las guerras con los portugueses y su reconstrucción llegaba en 1841 y en 1845. Una de las mayores avenidas del Esla tuvo lugar en el año 1843. En 1834 el Estado proyectó la primera "carretera de unión entre Zamora y Alcañices", una época en la que ya se trabajaba en unir Sevilla y Vigo por Zamora. La carretera fue terminada en 1877 y se pusieron en marcha tres "Pontazgos", uno de ellos en Ricobayo y los otros dos en Fonfría y Alcañices.