El encierro de Madridanos se saldó ayer con una participación masiva tanto de caballistas como de aficionados taurinos que se desplazaron hasta el paraje de El Fanego en remolques, coches, quads y, los menos, a pie. Las dos vacas de la ganadería de los Hermanos Bragado dieron su juego durante más de dos horas, cuando concluía el encierro.