Alumnos de toda España participan en estas semanas en el Campus Científico de Verano del Lago de Sanabria, participado por la Confederación Hidrográfica del Duero, y coordinado por las áreas de Biología Animal y Ecología de la Universidad de Salamanca, con la colaboración del Centro de Estudios Hidrográficos (CEDEX), el Parque Natural Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto, los departamentos de Medio Ambiente de CIEMAT y de Botánica de la Universidad de Granada.

Estas "aulas" están formadas por pequeños grupos de 6 a 8 alumnos, estudiantes de 4º curso de la ESO y 1º curso de Bachillerato, seleccionados por su buen curriculum escolar y por su interés por la ciencia, la tecnología y la innovación académica.

Los alumnos de excelencia han sido seleccionados por la dirección del programa y destinados en las áreas de Biología Animal y Ecología para ampliar sus conocimientos sobre la biodiversidad; así como acercarse a los procedimientos, instalaciones departamentales y técnicas más habituales utilizados por los investigadores de los departamentos universitarios. Todo ello en el marco de una experiencia preuniversitaria y convivencial durante una semana.

Uno de los últimos grupos recorre estos días el parque, desde la Laguna de Peces hasta las orillas del Lago de Sanabria, desarrollando la labor que llevan a cabo los investigadores. Los profesores de la USAL Javier Morales, Fernando Silla y Francisco Álvarez, hacen una demostración del trabajo de campo que se desarrolla habitualmente en el seguimiento del Lago de Sanabria.

La orilla de Seoane, en el extremo oeste del Lago de Sanabria, recibe la visita de los alumnos que en esta ocasión proceden a la extracción de muestras del arbolado del ecosistema de ribera para determinar, en el laboratorio, el crecimiento y la edad de los ejemplares que crecen en las orillas. El profesor Fernando Silla demuestra la "técnica" para extraer de manera inocua muestras que permitan estudiar el patrón de crecimiento. Barrena en mano, las alumnas ponen en práctica la lección previa para extraer cada una de ellas las muestras que analizarán, de fresno y alisos principalmente. Las jóvenes se familiarizan con la compleja terminología botánica. Las estudiantes de Mallorca, Cádiz, Murcia e incluso una Erasmus procedente de Italia confrontan un ecosistema de transición mediterráneo atlántico que difiere de los ecosistemas de sus respectivas regiones.

Para poder determinar los "anillos" de crecimiento tiene que haber estacionalidad, es decir un periodo diferenciado de crecimiento y otro de parón, que se produce en el invierno. Años climáticamente favorables supone anillos de crecimiento más anchos. Años malos se traducen en anillos más estrechos. La incidencia del cambio climático en las especies animales y vegetales es una de las líneas de investigaciones actuales, con aspectos positivos con el aumento de la temperatura y el crecimiento, pero también con aspectos negativos como el estrés hídrico como consecuencia de una mayor evaporación del agua debida a ese aumento de temperatura. La especie más común en el perímetro del Lago es el aliso pero también proliferan los fresnos, chopos y sanguiños.

Tras la lección de botánica el grupo intercambia el espacio terrestre por el acuático. Con la captura de algunas de las especies que proliferan en las orillas arrancan las explicaciones de Javier Morales y Francisco Álvarez. Ninfas de libélulas y caballitos, lamprehuelas, bermejuelas o cucarachas vikingas proliferan en los 9 kilómetros de orilla. La lamprehuela es una de las especies más importantes de peces endémicos del Lago de Sanabria, cuya protección debería preocupar, y que pasa desapercibida pese a ser la base de la cadena alimenticia de la especie depredadora por excelencia, la trucha. La especialización en la alimentación y la interrelación entre las especies dan para muchas notas en los cuadernos de campo de los alumnos. Los problemas de conservación como el caso de la rana patilarga, en retroceso, y la rana verde, en auge, preocupan a los investigadores de la USAL.