Los efectos de la sequía sobre el campo zamorano se han traducido en que el 40% de la superficie cultivada se ha quedado sin cosechar, según los datos que maneja la Junta de Castilla y León. La cifra, aun siendo mala, mejora las expectativas de la propia Administración cuya previsión era que los agricultores dejarían sin tocar el 46% de las parcelas porque los bajos rendimientos no compensarían el esfuerzo.

En esta situación, el rendimiento medio por hectárea en la provincia queda en unos 1.140 kilogramos, un 62% inferior al de los últimos años. Este varía según el tipo de cultivo, situándose en unos 1.200 kilogramos en el trigo y la cebada mientras que en las parcelas de avena y centeno la media es inferior a los 800. Como resultado de esta catástrofe climatológica, se estima que la producción final será de 170.000 toneladas en la provincia de Zamora, cuando en los últimos años venía siendo superior a las 570.000 toneladas.

Estos datos fueron analizados ayer por los sindicatos agrarios y los responsables del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería en el último Consejo Agrario Provincial, reunión que el delegado de la Junta, Alberto Castro, aprovechó para exponer el conjunto de medidas excepcionales puestas en marcha por la Consejería de Agricultura y Ganadería. Castro destacó la importancia de estas iniciativas para Zamora "donde el campo es un sector estratégico, probablemente el principal, y su situación afecta a toda la economía de la provincia".

La batería de medidas puesta en marcha por la Administración regional están destinadas a proporcionar liquidez a las explotaciones para afrontar la próxima campaña, y han sido calificadas por el delegado territorial como "un balón de oxígeno" para "garantizar la supervivencia" del sector. Entre ellas destaca la bonificación de los intereses a los agricultores que suscriban los préstamos avalados por el Ministerio de Agricultura gracias a un convenio de colaboración suscrito con 15 entidades financieras. De momento, en la provincia de Zamora se han presentado 36 solicitudes para acogerse a dicha bonificación, aunque el plazo no se cierra hasta el 20 de septiembre. Un requisito indispensable para ser beneficiario de esta ayuda es ser agricultor profesional, excepto en el caso de los jóvenes.

Una segunda medida tomada por la Administración regional es el anticipo del 50% de las ayudas PAC al mes de octubre para que los agricultores puedan afrontar la sementera, y la opción de adelantar hasta el 100% a través de préstamos con entidades financieras. Además, de cara a la PAC de 2018 el Mapama y la Junta de Castilla y León han conseguido que Europa flexibilice los requisitos de las ayudas agroambientales.

Por último, hay ayudas directas con un límite de hasta 4.000 euros para las empresas del sector agrícola extensivo que se han visto obligadas a gastar para tener acceso al agua. Se subvencionará hasta el 50% de obras para construir balsas de almacenamiento, abrevaderos, la adquisición de cisternas o la contratación de servicios de abastecimiento. De momento, apenas se han presentado 23 solicitudes para estas ayudas, la mayoría (19) en Sayago, tres en La Guareña, tres en Zamora y una en Sanabria. El plazo finaliza en teoría el próximo lunes, pero se ampliará hasta el 29 de agosto.

A pesar de que pocos profesionales encuentran atractivas estas medidas, y aunque dos de las tres organizaciones profesionales representadas en el Consejo Agrario Provincial las consideran, en teoría, insuficientes y por ello mantienen convocada una "macromanifestación" en Valladolid para el 30 de agosto, todos los sindicatos mantuvieron un perfil bajo en la reunión de ayer en Zamora, donde no se trataron las reivindicaciones de ayudas directas que sí se plantearon en el Consejo Agrario Regional. Los dos sindicatos disconformes, UPA y Asaja, enviaron técnicos a la reunión, y desde COAG, que no secunda la protesta, se limitaron a valorar positivamente la flexibilización para que los apicultores sin seguro puedan acceder a la bonificación de intereses, así como la flexibilización para permitir el laboreo "ya que aprovechando las últimas tormentas se ha laboreado bastante y eso va a permitir que se siembre en buenas condiciones la próxima campaña", en palabras de Rubén Carretero.