La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras analizar los datos ofrecidos por el FEGA, en el año 2017, ha destacado que se han presentado 134.900 solicitudes menos para las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) que las tramitadas en 2014, con carácter previo a la entrada en vigor de la anterior reforma.

En concreto, la organización agraria, una vez analizados los datos de evolución de perceptores de ayudas PAC de las últimas campañas considera que la mayor parte de la reducción de entre 2014 y 2017, de un 15,3% de los beneficiarios, se debe a la elevación de 100 a 300 euros del tope mínimo de ayudas a percibir.

Unión de Uniones cree que el departamento ha permitido que se considere activo a cualquiera que pudiera acreditar la responsabilidad empresarial de la explotación, sin considerar su vinculación profesional a la actividad agraria. No obstante, tanto desde Agricultura, como desde algunas comunidades autónomas han pivotado sobre dicha definición la reducción de beneficiarios al, presumiblemente, acabar con los "agricultores de sofá".

La elevación en dos campañas del importe mínimo necesario para cobrar la ayuda ha ocasionado la expulsión de las ayudas directas de la mayor parte de los beneficiarios que han salido del sistema en estas últimas campañas, según explica la organización agraria. En 2015 había en España 116.620 beneficiarios del régimen de pago único que cobraban entre 100 y 300 euros que constituirían el grueso de los agricultores que ya no aparecerían en el listado de beneficiarios.