"La Magdalena es una santa, que ejerce el patronazgo en el pueblo de Moraleja del Vino, pero no es un símbolo". Así lo señalaba durante la eucaristía el sacerdote de Moraleja del Vino, Miguel Ángel Hernández, que oficiaba ayer en la iglesia de Santa María Magdalena la misa mayor, en compañía de otros sacerdotes de la comarca.

Desde primeras horas, la algarabía y las atracciones infantiles copaban el espacio de la Plaza Mayor y alrededores, donde se concentraba un amplio elenco de hinchables, colchonetas elásticas, mini karts o el pulpo, además de los bares, que ofrecían en sus terrazas lo mejor de la carta y las bebidas más refrescantes, pues el día amaneció caluroso y el día grande de la fiesta de Moraleja se vivió con intensidad.

Pasaba la una de la tarde cuando salía en procesión una pequeña imagen mariana, que a hombros de las mujeres del pueblo caminaba entre la multitud dando la vuelta al enclave principal, la Plaza, para regresar al templo acompañada de los acordes que ofrecía la Banda de Cornetas y Tambores de Arcenillas, una de las de más reciente creación de la zona. El encierro urbano fue la principal atracción de la tarde mientras que por la noche la orquesta Ipanema animó el ambiente. Para hoy domingo, el encierro campero de Moraleja concentrará un buen número de caballistas y aficionados al mundo taurino que anualmente tienen su cita en este pueblo. Hoy concluyen las fiestas con los fuegos artificiales a las 23.45 horas en el campo de fútbol y la discoteca móvil Alquimia en la Plaza Mayor.