Desde 1920 hasta 2002 el pósito estuvo gestionado por una Junta Vecinal bajo supervisión del Ministerio de Agricultura, que se llevaba el 40% de los ingresos. En aquella época el pósito realizaba préstamos con unos intereses del 5% a devolver en 20 años.

Hace 15 años este era el único pósito de estas características que existía en toda España, la Junta Vecinal se deshizo y pasó a estar directamente controlado por el Ayuntamiento de Villanueva del Campo, aunque los ingresos se seguían reservando para fines sociales, fuera del presupuesto municipal. "Esa es la gestión de la que estoy más orgulloso como alcalde", afirma Manuel Valerio Febrero, que en 2002 ya estaba al frente del Consistorio. Al pasar a manos del Ayuntamiento, Agricultura dejaba de llevarse el 40% del beneficio y ese dinero permitió, entre otras cosas, ampliar la residencia de ancianos que se asienta sobre la propia casa de don Rufino. Ahora el pósito pasa a ser responsabilidad de esta fundación.

El criterio para adjudicar las fincas será el mismo que tomaba el Ayuntamiento, cada ocho años se subastan entre los agricultores vecinos de Villanueva del Campo dando prioridad a los jóvenes, y con un límite de 10 hectáreas por agricultor.

En 2015 uno de los antiguos arrendatarios denunció al Ayuntamiento tras perder la subasta, pero ha perdido el caso en todas las instancias.