"Tres de los cinco concejales del PP en el Ayuntamiento de Villalpando -Laura Grande Ferrero, José María González Mazariegos y Luis Antonio Prieto Mazariegos- acusan al alcalde, Félix González Ares, de haber "desoído a la dirección del Partido Popular que le pedía respeto al resto de ediles y la adopción conjunta y colegiada de las decisiones, especialmente en la compra de toros, y que le pidió que no destituyera a los concejales de sus cargos". Por este motivo, los munícipes responsabilizan a González Ares de "forzar una grave crisis de gobierno" que ha terminado con la revocación de todos los cargos de los compañeros que disentían sobre la compra del ganado bravo a dos empresas locales, y con el ofrecimiento, por parte del regidor, de un pacto de coalición al Partido Socialista.

Los ediles expulsados del equipo de gobierno creen que lo ocurrido estas últimas semanas "ha sido la culminación de una serie de acontecimientos insostenibles desde todos los puntos de vista" y aseveran que "ya no aguantamos la arrogancia y la prepotencia con la que Félix González Ares se ha erigido en los últimos meses, una falta de diálogo y sensibilidad que recuerda a otros tiempos, los de aquella política que no permitía hablar a los vecinos, que daba un rango superior al alcalde, un rango casi divino que solo dejaba la resignación por parte de los vecinos. Esta es la imagen que muestra Villalpando, desde fuera y también desde dentro". Los tres concejales del PP opinan que el regidor dio muestras de estos defectos en el último pleno municipal, "un pleno que pretendía llegar a algún tipo de acuerdo democrático en la compra de toros, el alcalde dijo ante todos que él estaba por encima y que haría lo que le diera la gana. Para eso es alcalde, faltaría más". En un comunicado conjunto Grande, González y Prieto concluyen que el regidor "ha llegado a creer que está por encima del bien y del mal, del pleno, del resto de concejales e incluso de su propio pueblo. Olvida Félix que sirve a los intereses del pueblo, que se debe al mismo y que está plenamente sometido a las normas democráticas que priman el diálogo y el respeto al juego democrático. Por encima de la arrogancia y la prepotencia están la humildad y el respeto, pero él parece haberlo olvidado hace algún tiempo ya".

Asimismo, los concejales populares críticos con González Ares lamentan que este, pese a "hacer justamente lo contrario" de lo que le pedía la dirección del Partido Popular, "no ha dudado en poner al PP como escudo de su autoritarismo, tergiversando para ello la realidad hasta tal punto que habla de deslealtad al partido por nuestra parte, cuando es él quien ha sido desleal en todos los casos". Los tres populares creen que el alcalde ha sido "desleal en primer lugar con sus compañeros de partido a los que ha ninguneado, desleal con el propio partido político que confió en él como candidato y al que ha desoído en todo momento, y por último pero no menos grave, ha sido desleal con el pueblo de Villalpando. Ha sido desleal con los vecinos que confiaron en el PP, en él y en el resto de personas que conformaban la candidatura" ya que piensan que los votantes "respaldaron a estas mujeres y hombres para, entre otras cosas, acabar con el caciquismo en la compra de toros, para acabar con el amiguismo y el enchufismo, y en lugar de eso han descubierto a un alcalde que ha reforzado la mala praxis política y que ha impuesto una dictadura en solitario".

"Se ha quedado solo"

Por último, los compañeros de González Ares le recuerdan que "se ha quedado solo, nadie quiere ya formar gobierno con él y de poco le ha servido buscar un acuerdo imposible con el PSOE, fruto de la desesperación y de su incapacidad para dialogar". Por eso creen que "a partir de ahora todas sus decisiones están deslegitimadas, pues ya no cuenta con el respaldo de la mayoría de la Corporación" y, por tanto, concluyen que el alcalde de Villalpando "solo tiene dos caminos legítimos: o retroceder y cambiar su actitud, o marcharse y dejar que vuelva la cordura y el entendimiento a Villalpando".