"Somos los románticos de esta profesión" decía con resignación el pastor alistano Tomás García, después de dejar sesteando a las 4.500 ovejas en el alto de Castellanos, tras cruzar Puebla de Sanabria procedente de Ungilde, y acudir a la exposición de fotografías de los pastores en el castillo del fotógrafo Félix Navarro, con textos de Celedonio Pérez, Redactor Jefe de La Opinion-El Correo de Zamora.

Los pastores Isidoro Gabella, José María Leal, Domingo Manjón, Miguel Ángel Gabella, además de Tomás García echaron freno al rebaño unos minutos, antes de cruzar el puente del río Tera, para recibir el homenaje del Ayuntamiento de Puebla a unos hombres sencillos que presumen de esta profesión, a menudo maltratada y poco reconocida. Los perros careas al pie de los pastores siguieron con atención la novedad, y los mastines a lo suyo, merodear entre sus compañeras de cuna, las ovejas.

El alcalde de San Vitero, Rafael Caballero, que por segundo año acompaña en esta etapa a sus paisanos, se encargó junto con el alcalde de Puebla, José Fernández de descubrir el monolito a los pies del castillo de la villa. Un acto muy sencillo y sin discursos, cosa de agradecer en un día de mucho trabajo para conducir el ganado.

Puebla brinda monumento y una de las etapas bellas de la trashumancia por el cordel sanabrés. Bella pero dura y con más de un millar de años largos de paso estacional. Lo reconocían los comentarios en el libro de visitas de la exposición "en la Edad Media sí que se lo curraban".

Los románticos de esta profesión lucen estampa espigada, curtida por los miles de kilómetros que han recorrido por esta "vereda del ganado" al aire y el sol durante décadas. Su paso se acompasa al de los animales. El rebaño entró poco antes de las once de la mañana por el camino de la estación a paso de rebaño para cruzar la avenida de Braganza y la Plaza del Arrabal.

Su paso estaba anunciado con antelación pero a más de uno sorprendió la llegada de la marea de ovejas, como a un turista -con pinta de extranjero- que bajaba por la escalera del pabellón deportivo Varela hacia el aparcamiento y volvió, en un visto y no visto, corriendo a buscar su cámara. No abandonó el mar de lana hasta que traspasó el cartel de Puebla en la carretera del Lago. Los niños disfrutaron con el burro que iba por libre pero sin despistarse, después de que el domingo por la noche se perdiera -no se sabe si intencionadamente- por Ungilde, hasta que lo encontraron unos vecinos que lo confundieron con otro animal, un ciervo, hasta que pudieron verlo bien. Al final de una noche toledana el burro también hizo su entrada triunfal de fotos y caricias.

"¡Qué bonitas!" exclamó un niño subido en las escaleras de la Fuente del Pilón dando palmas y con cara de emoción al ver pasar las ovejas. Algunos mayores sacaron la silla a la calle a esperar el paso, como en el barrio de Triana, y unas trabajadoras del Parador sonreían al paso de tanta oveja.

La vista del rebaño subiendo la cuesta de la carretera del Lago es espectacular, tanto como el cruce del Arrabal o el paso por el puente de San Francisco.

Los animales ni cataron el césped de tan renombrado establecimiento y eso que los animales, de viaje permanente durante dos días, han comido poco y mal. A beber esperaban a llegar a Castellanos.

Una única pareja de la Guardia Civil tuvo que supervisar el paso por cruces y carreteras, con la única indicación del "mayoral" que en los puentes no pararan coches.

El paso se hizo de la mejor manera posible, dadas las circunstancias, y la preferencia de paso de los animales. Al volante hay algún que otro cafre con prisa, se quejaba algún acompañante del rebaño.

La manía de las administraciones de retirar las señales de paso de ganado de las carreteras, como en la carretera del Lago en el punto que cruza el cordel sanabrés, es digno de denunciar. Los pastores repiten como una letanía su propia denuncia: que a este oficio le quedan pocos años y menos pastores.

José Fernández apuntaba "el fracaso de las políticas de lucha contra la despoblación tiene relación con el progresivo desmantelamiento de la actividad agraria y ganadera y de los servicios" que exigen políticas fiscales compensatorias que fomenten la actividad económica. Los pastores son "auténticos los gestores de nuestro territorio rural".

Conciliar intereses

La función ecológica de los ganados y pastores es fundamental "las montañas corren peligro y es por la falta de pastores y ganadería". De las 15.000 ovejas que cruzaban Puebla se ha descendido a 5.000 "en esta decadencia territorial". Para esta provincia "la sostenibilidad ambiental es necesaria para que haya sostenibilidad humana".

El alcalde de San Vitero señalaba "una guerra difícil" el mantenimiento de la cañada que "está perdida. Es imposible mantener una red de cañadas tan grande, absolutamente imposible". Apuntó que "cuando un modelo económico va hacia atrás no se puede mantener. La despoblación, el abandono de los campos, el fenómeno de la emigración hacia las urbes. Los estudios dicen que hacia el año 2050 el 70% de la población va estar viviendo en áreas urbanas". Medio rural y medio urbano "son compatibles pero tenemos que saber conciliar". El papel de los Ayuntamientos es "poner en valor estos factores, este tipo de fenómenos que tiene un componente cultural, sociológico, económico, un montón de cosas que podemos aportar". Y la pregunta que se hacía el mandatario alistano "¿Por qué los Carochos y la Obisparra pueden salir y lo que tiene que ver con este tema relacionado con la cultura y la economía no puede?". Se respondió a sí mismo: "¡Claro que puede!".

Y cada vez que pasa el rebaño aparece un lobo, esta vez uno de dos patas, con uno de los comentarios de mal gusto plasmado por un visitante a la exposición que se significó como "lobo" y que reivindicó su derecho a comer, es de suponer que ovejas y sin pagar.

Oficio duro

El resto de los comentarios traslucen que los visitantes han descubierto una profesión y unos oficios duros, y algunos recordaron cuando de niños o chavales tuvieron que ejercer esa profesión igual de dura y no tan romántica. La mejor puntuación "un 20".

Isabel García Tejerina, a la sazón ministra protectora de las ovejas, estaba invitada al acto en un año en que el Consejo de Ministros, del 24 de abril, declaró la Trashumancia Patrimonio Cultural Inmaterial. No asistió, estaba muy ocupada en otros asuntos prioritarios al brindar tributo a los que serán, lamentablemente, los últimos románticos pastores trashumantes en las últimas andanzas por las cañadas españolas.

Mañana pernoctarán más cerca de la Sierra, tras cruzar, sobre las cinco de la tarde por El Puente de Sanabria.