Los saucanos no dejaron que el cansancio acumulado después del fin de semana más movido del año les venciera y ayer disfrutaban de otra jornada festiva que tenía como principal atractivo el espante de vaquillas. Con menor presencia de forasteros, por tratarse de un lunes, acudió suficiente público como para no dejar ni un hueco libre en el vallado del Prado de la Reguera, pues el que es aficionado no quiere perderse ni uno solo de los espectáculos taurinos para La Visitación, y eso incluye las vacas del lunes. Aunque las reses son de menor tamaño que en los días anteriores, se dignifica el festejo como otro espante más, pues estuvo igualmente dirigido por los caballistas del equipo de Juan Luis Perita que el fin de semana ejercían como encerradores, se utilizó la manada de cabestros y hasta acudió la charanga que anima el ambiente entre carreras.

El festejo del lunes sirve para que los jóvenes se fogueen antes de ponerse delante de un toro, una suerte de cantera taurina, aunque las vaquillas de ayer demostraron mayor astucia y bravura que muchos de sus congéneres masculinos criados para la lidia. Además de una oportunidad para los jóvenes de iniciarse en el mundillo de los espantes, las vaquillas también sirven para que otros con mayor veteranía puedan correr por la Reguera con menor peligro que el sábado y el domingo.

Unos y otros protagonizaron algunos momentos curiosos como aquel en el que una de las vacas salta a un mozo que había tenido la mala fortuna de tropezar delante de la manada, además de algún que otro quiebro que habría sido auténticamente peligroso delante de unos cuernos bien afilados.

A partir de hoy, la villa saucana afronta una semana de normalidad hasta el próximo sábado, cuando la plaza de Santa María acogerá un mercado a partir de las 11 de la mañana, y el coso taurino, a las siete de la tarde, la semifinal del campeonato regional de cortes. Por la noche Los Chunguitos pondrán el broche de oro a las fiestas de La Visitación de 2017, aunque al día siguiente todavía habrá otro encierro urbano para despedirse de los toros hasta el año que viene.