La villa de Alcañices se convirtió ayer en la capital romera de la Raya de España y Portugal con la celebración de la sobrecogedora y emotiva romería internacional en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Salud y el encuentro mariano internacional de las "Siete Hermanas", como manda la tradición cuando el día 2 de julio coincide en domingo. La anterior vez que ello sucedió fue allá por 2006 y ya no se volverá a repetir hasta el año 2023.

El Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación abrió sus puertas a las 8 horas con la primera misa y celebró eucaristías, en castellano, a las 9 y 10, y en portugués, a las 11. Miles de devotos, la mayoría de la tercera edad y muchos enfermos, acudieron al templo de antiguo convento de San Francisco para pedirle salud a la patrona de Aliste unos o para agradecerle los favores recibidos. Muchos niños y jóvenes han heredado la devoción que pasa de padres a hijos, de abuelos a nietos, y por eso ayer las nuevas generaciones también se dejaron ver en los actos religiosos.

La plaza de las Moreras acogió una multitudinaria misa de Acción de Gracias. Valga como ejemplo de la elevada afluencia de fieles el hecho de que se agotaron las 2.500 hostias consagradas para la eucaristía. El día acompañó, no fue demasiado fuerte el calor y los devotos pudieron aguantar la ceremonia religiosa bajo el veraniego sol.

Hacia el mediodía la madre de todas las procesiones abría su camino, la fe mueve fronteras y ablanda los corazones en busca del bien más preciado: la salud. La propia, la de padres e hijos, abuelos y nietos, mujeres y maridos, amigos y conocidos. Ayer España y Portugal se unieron contra el dolor y la enfermedad.

Silencios que dicen más que mil palabras, pasos lentos pero seguros de pies descalzos sobre el ardiente suelo, pidiendo ayuda, cumpliendo promesas, demostrando su fe.

Devotos de España y Portugal junto a sus amadas protectoras, la Virgen de la Salud de Alcañices, La Soledad de Trabazos, La Riberinha de Quintanilha, La Encarnación de Villalcampo, la Virgen de Árboles de Carbajales de Alba y la Virgen del Nazzo de Povoa. Se notó la ausencia de La Luz de Constantim. Además, las "Hermanas" estuvieron acompañadas por La Salud de Zamora, la Inmaculada de Alcorcillo, la Virgen del Rosario de Vivinera y santa Ana de la localidad de Santa Ana.

Las imágenes recorrieron el centro de la villa acompañadas de las gaitas y dulzainas y arropadas por los trajes típicos alistanos de "Manteos y Monteras", "Aulas de Música de Aliste". Los adornos florales, magníficos, corrieron a cargo de la familia de Nandy y Toñy Turiel.

A las 7 de la tarde, antes de la despedida, los devotos adoraron la histórica reliquia de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, patrona de Aliste.