La sequía que golpea el campo es un problema que también afecta de lleno a toda la fauna, y el sector de los cazadores más comprometidos medioambientalmente no han dudado en tomar medidas para mejorar las condiciones del hábitat en pro de la pervivencia y crianza de las especies cinegéticas que sustentan su afición y actividad. "Debería ser obligado el fomento de las especies cinegéticas y los cazadores debemos colaborar en mejorar las poblaciones" expresa el presidente de la Asociación Zamorana para la Defensa de la Caza y de la Pesca, Antonio José, que está entre los que practica, desde hace años, con el ejemplo.

Sin embargo, es una gestión de la que se ha desentendido la Administración al haber suprimido las ayudas a estas mejoras, según apunta el presidente de la Delegación de Caza, de Zamora, José Antonio Prada, que considera que la Junta de Castilla y León debiera retomar las subvenciones "porque hay muchos cotos de caza que están en precario y, aunque quieran hacer obras, no pueden".

Palacios del Pan está entre los cotos que instaló hace semanas diversos bebederos por determinados puntos del acotado para favorecer la vida de la caza menor y mayor. "La tendencia es que la gente vaya invirtiendo en el medio con el objeto de mejorar las poblaciones locales de las especies cinegéticas" señala De José. Pone de manifiesto que de estas adecuaciones "también se benefician colateralmente otras especies como urracas, reptiles, anfibios...". Y es que el agua es que el agua es un elemento clave para la vida animal y no hay peor trance y agonía que andar muertos de sed.

El presidente de Azadecap indica que "cada vez hay más implicados en el mundo rural". Pone de relieve que "el sector de los cazadores colaboran activamente y no solo están para recoger las rentas cinegética, por eso, cuando hay daños de la fauna, son los primeros en actuar solicitando esperas al jabalí y el huroneo para combatir el exceso de conejos". Sin embargo, subraya que tampoco corresponde a los cazadores "ser los guardianes y vigilantes" y aboga "por un colaboración de los agricultores" para tomar medidas "cuando exista un potencial riesgo de padecer daños en los cultivos". Cree el gestor cinegético que "es necesaria la colaboración entre ambos sectores y el cazador lo hace controlando las poblaciones de las especies cinegéticas, y siendo una mano de obra gratis que también favorecen a que haya menos accidentes y atropellos en las carreteras, frenan el avance y dispersión de las enfermedades y evitan los riesgos sanitarios".

En su criterio la instalación de bebederos, comederos y otras mejoras no tiene motivo alguno para dar pie "a malas prácticas" como incitar al furtivismo. "Eso ha quedado atrás. Es un pensamiento predador que podría darse cuando la caza se realizaba para comer, pero hoy es una ilegalidad que tiene su sanción y el propio coto llamaría la atención".

El presidente de la Delegación provincial de Caza reitera que "la Junta de Castilla y León debería mojarse y volver a las ayudas a los cotos porque, en tiempos de sequía y meses y meses sin llover, las especies cinegéticas y no cinegéticas necesitan bebederos para recoger el agua de la lluvia y para que los cazadores, de vez en cuando, vayan abasteciendo de agua porque sino los animales lo pasan muy mal y las crías si no beben mueren".