Un año más las Figueruelas de Aliste han celebrado el Corpus con cierto retraso. La sobrecarga de trabajo de los sacerdotes, que deben atender a muchos pueblos, les impide cumplir con la celebración en la fecha determinada. En Figueruela de Abajo y Figueruela de Arriba la fiesta tuvo lugar el pasado domingo, presidida por el párroco Marcelino Gutiérrez, y, como ya empieza a ser tradición, con las vistosas alfombras de flores.

Este año la elaboración era todo un desafío, pues hasta en ello ha influido la sequía, con los campos sin flores. A falta de escoba, jara o tomillo, las vecinas han tenido que echar mano de rosas, hortensias y geranios de los jardines particulares. Un esfuerzo que lució y permitió festejar el Corpus en todo su esplendor en las Figueruelas alistanas.