Chany Sebastián

La provincia de Zamora, y muy en concreto la comarca de Aliste por su situación fronteriza con Portugal, se enfrenta a un verano de alto riesgo en fuegos a causa de la fuerte sequía, la escasez de agua en los acuíferos y a la maleza, que convierte los cascos urbanos en auténticas selvas. La salvaguarda de localidades, ecosistemas y personas dependerá en gran medida de la prevención y el cumplimiento a rajatabla de una normativa oficial que prohibe la utilización del fuego sin control. A partir del próximo día 1 la Junta de Castilla y León declarara oficialmente la "época de peligro de incendios forestales" durante los meses de julio, agosto y septiembre.

Desde Medio Ambiente se deja claro que "los incendios forestales constituyen un riesgo para las personas y sus bienes, así como para los integrantes del operativo de extinción. También representan una de las mayores amenazas para el medio natural al causar un importante deterioro en los montes, tanto desde el punto de vista de su riqueza y biodiversidad, como por las repercusiones en las condiciones climatológicas globales y en el desencadenamiento de procesos erosivos".

Desde el pasado 31 de mayo está terminantemente prohibidas incluso las quemas controladas autorizadas por la Junta.

La extinción de fuegos depende en gran media de la actuación inmediata de los medios aéreos y terrestres. Por este motivo "se prohibe aparcar vehículos en los caminos, pistas forestales y cortafuegos, de modo que supongan un impedimento al paso de los vehículos del operativo de lucha contra los incendios forestales". La práctica habitual de acudir por curiosidad a las zonas de incendios, aparcando en carreteras y caminos, interrumpiendo el trafico, será duramente sancionado.

En situaciones de riesgo meteorológico se tomarán medidas extraordinarias. Al declararse "alerta" automáticamente, quedan prohibidas las barbacoas autorizadas y el uso de ahumadores en la actividad apícola, y se suspenden todas las autorizaciones otorgadas para el uso del fuego o lanzamiento de cohetes.

En situación de "alarma" se añade además la prohibición del uso de maquinaria en los montes cuyo funcionamiento pueda generar deflagración, chispas o descargas eléctricas. Al llegar a "alarma Extrema" se prohibirá además cualquier tipo actividad que pueda originar incendios en el monte y en los terrenos situados en la franja de 400 metros de ancha que los circunda; así como el tránsito y la estancia en los montes de personas y vehículos ajenas a la vigilancia y extinción de los incendios forestales.

Queda prohibida desde el día 1 de julio la actividad con sopletes, soldadores, radiales y antorchas de goteo en terrenos rústicos a 400 metros de los montes.